36 años de Tetris, el videojuego ruso más popular del mundo que superó a la Guerra Fría

Pese a los tiempos convulsos de la Guerra Fría, el periodo de la historia en el que Estados Unidos y la Unión Soviética competían por mantenerse a la vanguardia de los descubrimientos e invenciones y que se caracterizó por las barreras y controles entre ambos mundos. Un videojuego logró tumbarse un muro ideológico mucho antes de la caída del de Berlín.

El 6 de junio de 1984, un día como hoy hace 36 años, se lanzó oficialmente Tetris en Rusia, un simpático videojuego de destreza y rapidez mental creado por los jóvenes informáticos Alekséi Pázhitnov, Dmitry Pavlovsky y Vadim Gerasimov.

La idea principal era bastante simple pero con una capacidad para entretener por horas a cualquier jugador. El objetivo del juego es apilar una serie de figuras de distintas formas de tal manera que encajen perfectamente y formen lineas horizontales que van desapareciendo, generando un puntaje.

La dificultad se acrecienta a medida que la aparición y movimiento de las figuras va aumentando de velocidad, por lo que la rapidez mental es la clave. El desafío para el jugador era tener que decidir rápidamente la rotación de la pieza y en qué lugar debía caer.

Rápidamente su popularidad fue creciendo al punto que el telón de hierro que existía no fue impedimento para conquistar el mercado occidental, convirtiéndose en el primer producto soviético al que se pudo acceder en occidente, y hacer historia al formar parte del inicio del deshielo de la Guerra Fría.

Lo primero que le llamó la atención a Pázhitnov fue la adictiva simpleza de su juego, motivo por el que se convirtió en un éxito mundial. Ahora Pázhitnov es considerado como una leyenda de la industria de los videojuegos.

“Tiene cierto espíritu creativo en lugar de destruir, como los juegos de tiros. Hay que afrontar el caos de las piezas que caen de manera aleatoria e ir ordenándolas. Eso genera bienestar en la gente”, refirió Pázhitnov en una entrevista, en relación a su creación, según informa Clarín.

Es así como un simple pero adictivo videojuego logró romper las barreras ideológicas de dos grandes potencias y conquistar a millones de personas en el mundo con horas de entretenimiento. El resto es historia.