Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).
Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).

Se levanta 15 minutos antes de las 5 de la mañana. Sale de Surquillo. Sube al tren rumbo a Villa María del Triunfo, donde se encuentra con sus compañeras, algunas de ellas vienen de Bayóvar, en San Juan de Lurigancho. Diez minutos de camino, en combi o mototaxi, y llegan a la sede de Legado VMT para entrenar. Es la selección nacional femenina de , variante que es parte del circuito olímpico. Y Michella Ríos es la subcapitana.

Divide su dedicación al deporte del balón ovalado con su trabajo como licenciada en Administración de Empresas, en una compañía que importa y comercializa artículos de audio y accesorios de cómputo para los grandes almacenes de la ciudad. Nació en y creció en Huanchaco, frente al mar, en una de las playas donde la tradición que manda es el surf, pero Michella eligió el rugby desde 2014 y fue su razón para dejarlo todo, y pese a todo.

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-¿Algo del rugby aplicas en tu trabajo?

El trabajo en equipo, liderazgo, saber que todos son valiosos.

-¿Eso no se supone que ya lo sabemos? ¿Por qué el rugby lo hace especial?

Siempre te lo dicen, pero en el rugby se siente.

-¿En qué es notorio?

Es el sacrificio, es todo lo que dejas para lograr algo. Un deportista sacrifica bastantes cosas. Tratas de cuidarte para lograr un objetivo. O te levantas a las 4:30 o 5 de la mañana para venir, por ejemplo, desde Bayóvar. En mi caso, dejé mi ciudad, dejé mi familia para ir en busca de un sueño. Somos 17 chicas que tenemos un sueño y eso se siente en el campo. Tratamos de cubrirnos, es un todo.

Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).
Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).

-¿Dejaste Huanchaco por el rugby?

(Se queda en silencio). Sí (lo dice en voz baja como pensando su respuesta). Yo tenía mi vida hecha en Trujillo.

-¿Qué significa tener la vida hecha?

(Desliza una sonrisa tímida). Ya había terminado la carrera, tenía un trabajo estable, tenía una pareja estable con la que el plan de repente era casarme, la familia feliz y todo. Pero siempre seguía a las chicas de selección y en mi cabeza decía: “Yo debería estar ahí”. Estando en Trujillo afecta bastante la distancia, no había mucho roce. En el 2017 me fracturé la clavícula y pensé: “Ya fue; si no he llegado completa, rota no creo”. Me dio la depresión poslesión. Pero empecé a entrenar más fuerte, superé la lesión y a los meses ya estaba jugando de nuevo. Y no paré hasta pandemia: en el último torneo en Trujillo fueron varias chicas de selección y me dieron ánimos para ingresar a la selección. Pensé: “Se me abrió la ventana, voy con todo”. Para noviembre del 2020 fui a Lima, la federación me pagó los pasajes y dije: “Si voy, es para quedarme”.

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-¿Qué hiciste con todo lo que tenías en Trujillo?

Vine primero como preseleccionada para competir con 20 chicas más. Vine y me lesioné en el otro hombro. Sentí que los sueños se me iban. Hice terapia y llegué al torneo sin dolor. Volví a Trujillo decidida para terminar con mi pareja y radicar en Lima.

-¿Y qué te dijo tu expareja?

Que no lo podía creer y que él no quería venirse a Lima. Le dije que era mi sueño y que no podía vivir frustrada. En mi casa también fue fuerte, a mi mamá le costó procesar que me iba a ir.

-¿Qué te dijo tu madre?

Que estoy loca (risas), que las cosas no son tan fáciles como se cree. Pero le dije que si es algo que quiero, lo haré fácil.

Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).
Michella Ríos, subcapitana de la selección nacional de rugby. (FOTOS: EDUARDO CAVERO).

-No es bueno hipotecar nuestros sueños por ‘cumplir’ con la ‘norma’.

Pero mi mamá me dijo que estaba haciendo sufrir a un buen chico. Mi respuesta fue: “¿Qué hago, dejo mis sueños de lado? ¿O le miento y soy infeliz para hacer feliz a otra persona?”.

-¡Claro!

Igual fue difícil, porque venir a Lima era casi como venir a la nada. Pero tenía mis ahorros, mi carrera como administradora y podía trabajar en lo que sea.

-¿Cuál fue tu primer trabajo?

El primer mes me di la vida soñada de deportista: entrenaba 8 horas al día (risas), hasta que se me acabaron los ahorros. Por una amiga del rugby conseguí un trabajo y es la empresa en la que estoy ahorita, pero empecé en el escalón más bajo.

-¿Y por qué eliges el rugby?

De casualidad. Una amiga me llevó a un entrenamiento porque me gustan los deportes. Al comienzo no lo entendí y esa duda me dio más curiosidad.

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-Si el destino te dice “no”, tú lo haces.

Soy bastante curiosa, no me rindo ante la adversidad.

-¿Pero qué te atrajo del rugby?

Tenía una base deportiva, de hacer básquet, fútbol y hacía gimnasio. Era fuerte y rápida. Además, siempre tuve más amigos hombres que mujeres, pero en el rugby llegué a un grupo de 15 chicas donde estábamos de arriba para abajo, una sensación chévere, había hermandad.

-¿El deporte en sí qué tiene? Desde afuera se ve un deporte parecido al fútbol americano y muy rudo.

La premisa del rugby es que se trata de un juego de evasión. Uno debe buscar evitar el contacto. Hay bastante estrategia, sistemas de juego, posicionamiento, saber cómo ubicarte, además de las destrezas físicas.

-¿Qué te caracteriza: fuerza o rapidez?

Soy fuerte y rápida, pero más soy fuerte.

-¿Como en la vida?

Trato...

-Si lo dejaste todo en Huanchaco, debes ser fuerte.

Siempre trato de ser honesta conmigo misma y ser consecuente con lo que quiero.

AUTOFICHA:

- “Soy Michella Ríos Lezama. Juego en Blues, hemos sido campeonas metropolitanas de rugby 7; para este año tenemos en la mira sacar un equipo de 15. Hay rugby 5, que se suele jugar en playa; hay el 7, que está en el circuito olímpico; y el 15, que es para todos”.

- “Soy subcapitana de la selección peruana. Tengo 27 años, nací en Trujillo, pero he vivido toda mi vida en Huanchaco, donde se suelen hacer todos los torneos de longboard (surf). Con Blues queremos defender el título que ganamos el año pasado”.

- “Me parece que la federación está organizando un evento internacional para la selección, en mayo, y medirnos con un equipo de afuera. Queremos llegar bien al circuito preolímpico que es un junio de este año. En Latinoamérica, hasta el 2019 el Perú estaba en el cuarto lugar. Primeras son las brasileñas”.

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