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Rolando Arellano: “En el tercer centenario tendremos, por fin, el comienzo de una nación peruana”
Psicólogo formado en Administración en Perú y Francia, ha publicado unos 23 libros, el más reciente es ‘El tesoro’. Perú21 entrevistó a Rolando Arellano.
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Dice que ha vivido varios mundos. Nació en Piura, pero su primer mundo fue Lima, en las inmediaciones de La Parada y cerca de los primeros confeccionistas de Gamarra, donde su padre tenía un negocio de transporte de camiones y de materiales de construcción. Iba caminando al colegio Pedro A. Labarthe para estudiar. “El barrio era mi casa”, dice.
Su padre, a quien describe como intelectual y culto, llegó a escribir dos libros y tuvo interés por la arqueología y sociología. Él y Rolando, con 10, 12 años, salían todos los domingos a vender cemento. Partían a la zona norte de Lima, Comas, Independencia. Sus compradores eran familias que vivían en esteras, en los terrenos baldíos, en las invasiones de la década del 60. Clientes que compraban ladrillo a ladrillo y fierro por unidad.
Otro mundo fue ingresar a la Católica para estudiar Psicología. “El más elitista”, dice. Era uno de los pocos que venía de un colegio nacional. En su promoción estaba “gente muy importante”, como el psicoanalista Jorge Bruce o el historiador Antonio Zapata, ministros, diplomáticos. Experiencia que continuó con su formación en Administración en Francia.
Geografías que hoy componen la figura de Rolando Arellano, presidente de Arellano Consultoría, experto en marketing que lleva publicados más de 23 libros, el más reciente El tesoro. La aventura del pasado, el presente y el futuro del Perú, su primera novela, una obra en forma de aventuras.
“He vivido el Perú de abajo, del medio y de arriba”, me dice desde Catapalla, en Lunahuaná, su mundo en pandemia.
-¿Haber crecido en La Victoria y estudiar en una unidad escolar forjan un carácter particular, sólido?
Te hacen ver una sociedad de manera distinta, porque has conocido realmente las clases bajas, y ves que hay muchísimo esfuerzo y muchas cosas positivas. Te da una comprensión mejor del potencial que tienen los barrios populares.
-¿Se ha perdido la experiencia de estudiar en una gran unidad escolar?
El barrio existe y el lugar de juego de los hijos es la calle. Lo que sí se ha perdido muchísimo, y es generador de diferenciación, es la calidad de los colegios nacionales.
-Usted, finalmente, llegó a la Católica e hizo un doctorado en Francia. ¿No pensó en afincarse fuera del Perú?
Me ofrecieron quedarme, pero siempre me sentí ligado al Perú, a mi familia. Yo ya estaba casado, me fui al doctorado a los 26 años. Mi esposa y yo sabíamos que el Perú era nuestro destino.
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-¿Qué tiene el Perú que atrae?
Para empezar, tiene las raíces de la familia. Lo segundo era: ¿salir del Perú para ayudar a desarrollar un país que ya era desarrollado? Creo que no tiene el mismo mérito que regresar y ayudar a tu país a que se desarrolle. Yo sentía una responsabilidad con el Perú. Cinco, seis años después me fui a Canadá, donde acepté un trabajo como profesor en una universidad luego de haber estado en el Perú como director en ESAN; me fui por un contrato de dos años y cuando estuve por regresar, fue el ‘fujishock’; mi familia me dijo: “¿Para qué vas a venir?, quédate allá”. Y estuve allá casi diez años e hice carrera, pero a los diez años dije: “Es el momento de regresar”. Pude haberme quedado y ser un profesor jubilado en Canadá.
-Otra vez: ¿qué atrae del Perú?
Hay una responsabilidad para que nuestro país mejore. No me sentía cómodo sabiendo que podía ser mucho más útil aquí.
-Tal vez la explicación la encontremos en El tesoro.
Una de las explicaciones está ahí. He tratado de mostrar que sí es posible desarrollarse y que el Perú tiene un tesoro guardado, que es lo que siempre me ha atraído y muchos no lo conocemos, y que quizás por eso nos vamos.
-¿Cuál es el tesoro?
Más allá de nuestra historia, que quiero mostrar en este libro, yo creo que hay algo que mucha gente no se da cuenta: aquí está todo por hacer. Si te metes en un negocio, tendrás mucho menos competencia que si lo haces trabajando en EE.UU. o Europa. Claro, te dicen que allá se vive mejor, pero tus posibilidades de desarrollo van a ser limitadas. En el Perú cualquier cosa que hagas, si la haces bien, te hará crecer mucho más. Aquí tienes cosas que no se valoran; por ejemplo, y aunque parece cliché, tener todo el año verano. Vivir en Canadá es muy lindo, pero tienes seis meses de invierno donde no vives. Acá agarras tu carro, manejas cuatro horas y ya estás en Nasca viendo el mundo antiguo. Estás en Lima y en 30 minutos estás en Chosica, o en 10 minutos estás en el mar. Yo creo que los peruanos no entendemos esa cultura viva, ese poder relacionarte de arriba hacia abajo muy rápidamente... ¿Sabes qué?, nunca me habían hecho la pregunta de por qué estoy aquí. La verdad es que no lo sé, lo único que sé es que quiero estar aquí.
-Es como una fuerza oculta.
Es como enamorarse. Tenemos un país diverso, con muchísimas oportunidades, que no las estamos valorando, y eso empieza desde nuestra historia.
-¿Aún no somos conscientes del valor que tenemos?
Todavía no; por eso mi libro trata de hacer una historia que muestre todo lo bueno que hemos hecho, como que la independencia empieza en América Latina con Túpac Amaru II, con Vizcardo y Guzmán. Tampoco se menciona a Agustín Gamarra.
-¿Cómo tendría que ser el Perú de los próximos 100 años?
El Perú ha sido un mestizaje creciente, desde los incas hasta la migración interna del siglo pasado. Gracias a Dios que fueron los españoles los que llegaron, la reina Isabel les dijo que había que formar una nueva raza, que era necesario mezclarse; si hubieran sido los ingleses u holandeses, habrían hecho apartheid. En el tercer centenario tendremos, por fin, el comienzo de una nación peruana, donde estamos todos mezclados, donde los ricos no solo están en Miraflores sino también en Comas. Por primera vez vamos a tener una nación peruana, pero tenemos que construirla basada en el orgullo por nuestro pasado y la esperanza en el futuro.
AUTOFICHA:
- “Soy Rolando Antonio Arellano Cueva. Tengo 68 años. Mis padres administraban el negocio de transporte y construcción. Mi madre no fue una típica ama de casa. Ambos ya fallecieron. Estudié Psicología porque me llamaba la atención la manera de pensar de la gente”.
- “Trabajé en conducta del personal, RR.HH. e hice una maestría en Administración. Quizás el libro más importante que publiqué inicialmente fue el de estilos de vida del Perú; mostraba que el ingreso de la gente no era lo que hacía la mayor diferencia en el comportamiento”.
- “En Arellano Consultoría el gerente general es mi hijo, él también es PhD y presidente de la Asociación Peruana de Marketing. Yo soy el presidente, pero ya no veo los temas de desarrollo, administrativos. Enseño en Centrum. Estoy en algunos directorios. Siempre tengo libros a la mitad (de leer)”.
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