Muchas veces utilizamos la palabra política como una mala palabra. Frases como “no me meto en política” o “la política es un desastre” son parte del día a día de los peruanos cansados, frustrados y desengañados con la debilidad de las instituciones. Sin embargo, esa actitud, por más comprensible que sea, no nos lleva a una sociedad mejor, que es el objetivo de una vida en sociedad, una vida humana.