El 63,2 % de las mujeres de 15 a 49 años de edad fue víctima de violencia familiar. (Foto: Getty)
El 63,2 % de las mujeres de 15 a 49 años de edad fue víctima de violencia familiar. (Foto: Getty)

¿En qué país es más fácil ser mujer? ¿En qué posición se encuentra Perú? Estas preguntas fueron respondidas a través de un estudio anual “Índice de mujeres, paz y seguridad” que elabora el Instituto para la Mujer, la Paz y la seguridad de la Universidad de Georgetown.

Según los resultados, Perú se ubica en el puesto 69 de 167 países, en primer lugar, está Noruega y en el último Yemen. El indicador más preocupante es el de seguridad comunitaria, que incluye delincuencia común y violencia en la pareja, que están íntimamente relacionadas.

Con motivo del último Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, informó que en el Perú, el 63,2 % de las mujeres de 15 a 49 años de edad fue víctima de alguna vez en su vida por parte del esposo o compañero. Esto significaría que en más de la mitad de los hogares del país las mujeres viven o han vivido violencia por parte de sus parejas.

Además, en algunos departamentos como Cusco la cifra se eleva a 8 de cada 10, donde la mayoría de las mujeres vive o ha vivido violencia en su casa.

Los mejores resultados en Perú están en empleo, ya que se basa en el número de mujeres que forman parte de la actividad económica y no se centra en las condiciones de ese empleo. Es importante recordar que, el 79% de las mujeres se encuentra en el mercado en condiciones de informalidad. Ambos indicadores; violencia contra las mujeres y la autonomía económica, tienen una relación clara de dependencia, el logro académico y el nivel de ingresos está estrechamente vinculado, y la posibilidad de salir de situaciones de violencia es diferente si se dispone de autonomía económica.

“Además de seguir trabajando en el empoderamiento de las mujeres a todos los niveles, incluido el económico, se hace urgente trabajar desde la escuela un enfoque de género que enseñe cómo se construyen los estereotipos sociales de género y que contribuya a eliminar la discriminación que en ese reparto de tareas vivimos las mujeres”, señala María José Gómez, directora de la Fundación Forge.