“Es desgastante, pasan los meses y extraño a mi hija. Tendría más calma al saber que el asesino está pagando su delito aquí en Perú, pero al demorarse tanto el proceso es agobiante”, expresa con la voz resquebrajada Cinthya Machare, quien lleva esperando siete largos meses para que el Gobierno de Colombia autorice la extradición del feminicida venezolano Sergio Tarache a Lima.