Si van a Piura, solo con ver sus calles sabes que las autoridades no están haciendo su trabajo hace mucho tiempo y que la han saqueado sistemáticamente. Sabes que alguien debe estar enriqueciéndose mientras la ciudad, sus ciudadanos, su infraestructura y sus servicios públicos van empobreciéndose. Ni siquiera necesitas mirar las páginas de presupuesto y ejecución del gasto, ni reportes de Contraloría para darte cuenta de que allí no ha habido ni reconstrucción, ni cambios.