Si hiciéramos una encuesta sobre la soledad prácticamente nadie quisiera tenerla, sin embargo este mundo absurdo cuenta con personas que, por alguna razón psicológica, determinan vivir sin amigos.
El título de esta columna puede sonar ilógico, puesto que la compañía ahuyenta la soledad, pero el estudio de diferentes parejas nos lleva a comprender que este absurdo sí existe.