“Es la economía, estúpido” fue la famosa frase que utilizó Bill Clinton en el debate presidencial que tuvo con George Bush (padre) en 1992, y que le permitió ganar la elección a un gobernante que tenía cerca de 80% de popularidad, pues con ella resumió, de un modo crudo pero impactante, la tremenda incidencia de factores como el crecimiento, la inflación y el empleo en la vida de los ciudadanos.