Los cambios en el gabinete, aunque no constituyen un giro de 180 grados, son una señal que puede ayudar a recuperar poco a poco la confianza empresarial. El expremier y otras figuras generaron una tremenda inestabilidad económica, política y social, que, sumada a la pandemia, agravó aún más la difícil situación del turismo. Por ello, vemos estos ajustes con prudente expectativa.