¿Qué tan resistentes son los lazos de una amistad? ¿Hasta dónde pueden ser estirados, tensionados, hasta qué punto pueden ser violentados sin romperse, sin reventarse para siempre en el olvido y la distancia? Estas cuestiones revoloteaban en la mente de Bruno Pacheco, exsecretario general del Despacho Presidencial, cuando le pidieron que vaya a Palacio de Gobierno. Eso sí, “con la mayor discreción posible”.