El alboroto causado por la designación de la congresista Chávez como coordinadora del grupo de seguimiento a las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) demuestra dos hechos palpables: la primera es que estamos lejos de una reconciliación como tal; la segunda, que la intolerancia que tanto denuncian de una parte se ha manifestado, lamentablemente, en la otra.