Kilo. (Javier Zapata)
Kilo. (Javier Zapata)

Hace nueve años Carolina Uechi abrió Kilo, un restaurante de carnes pensado como un steackhouse convirtiéndose en la primera y quizás única mujer en nuestro medio que tiene a su cargo un restaurante de tal especialidad, tradicionalmente manejado por hombres.

Desde el principio su propuesta se basó en el producto, con buenos cortes de carne Angus americana y técnica convencional: parrilla y carbón. Sin embargo, buscó diferenciarse de restaurantes similares ofreciendo mantequillas artesanales de diferentes texturas y una tabla con seis salsas de diferentes picores y sabores que acompañaran los pancitos tipo brioche y campesino, preparados en casa.

Poco a poco el concepto fue variando hacia una propuesta confortable, sabrosa con guiños nikkei que remite a sus orígenes, y sustentada siempre en productos de buena calidad.

IDENTIDAD. Carolina Uechi, el alma de Kilo. Arriba, parrilla en su punto con champiñones y puré de papa. (Javier Zapata)
IDENTIDAD. Carolina Uechi, el alma de Kilo. Arriba, parrilla en su punto con champiñones y puré de papa. (Javier Zapata)

Desde sus inicios mantiene ciertos platos que son su sello de identidad y su público los reclama: el chanchito hoisin, por ejemplo, cocinado a fuego lento por 48 horas con sake, kion y la salsa dulcete que lo caracteriza. Lo tienen como plato de fondo y como piqueo. Los champiñones al ajillo, el chorizo artesanal y los diversos cortes de carne también se mantienen, así como el estupendo y cremoso puré de papa amarilla con gravy que ofrece como guarnición.

Cada cuatro meses hace un ajuste a la carta. Con buen juicio, Carolina ha remplazado el salmón por trucha nacional que no solo es más sabrosa sino producto de la pesca sostenible. Con ella prepara desde un tiradito nikkei hasta una trucha con palta ahumada y aliños orientales. Los langostinos agridulces llegaron para quedarse con algunas variantes que dependen de la estación. La carta actual tiene empanadas, tequeños, camote frito con togarashi, choclito con queso y varias opciones de ensalada que trascienden la clásica de lechuga, tomate y cebolla blanca.

Una discreta oferta de postres y una bodega con etiquetas de alta rotación confirman una propuesta amigable y sin pretensiones.


DATO

  • Av. El Polo 418. Horario de atención: de lunes a domingo, almuerzo y cena. Reservas: 933527191