“Estamos haciendo urnas para crematorios para sobrevivir”, cuenta empresaria y diseñadora peruana

Esa se convirtió en la única forma de sobrevivir hasta que los exigentes viajeros que llegaban atraídos por el turismo vivencial o rural comunitario vuelvan al Perú, aclara Gonzales, quien no espera que eso suceda hasta la mitad de 2021.

Su preocupación radica en que se retroceda en el apoyo e integración que estaban teniendo miles de artesanos con la cadena turística nacional pues, además de vivir de esta actividad, también aportaban alto valor agregado al sector al facilitar el acceso a la herencia cultural a los visitantes extranjeros, especialmente de EE.UU. y Europa.

“Esperamos que el Mincetur ayude a articular el turismo con los artesanos locales porque ellos también aportan valor. Los extranjeros vienen a Lamas y van a ver a los artesanos, quieren ver cómo trabajan el barro, cómo lo pintan, cómo lo queman; ellos ven el producto final y es ese el que quieren comprar”, explica la empresaria, que no esconde su preocupación sobre la urgencia con la que el Gobierno debería ya planificar la promoción del turismo interno.

Otro aspecto importante, agrega, es que se espera una mejor coordinación entre los artesanos y la Dirección Nacional de Artesanía, que habría comenzado a mostrar problemas desde la salida de su directora Rosa María Nolte Maldonado en noviembre de 2019, pero que aún figuraba en el cargo hasta ayer en el portal del Mincetur.

Perú21 se contactó con dicho ministerio y este precisó que la persona responsable es Alejandro Reyes. El sector también reiteró que tienen activo el programa Turismo Emprende, así como la disposición de S/2.5 millones para reactivar y promover la artesanía, todo enmarcado en una estrategia para preservar esa actividad en los próximos meses. Los artesanos estarán a la espera.