Denisse Dibós, actriz, directora y productora.
Denisse Dibós, actriz, directora y productora.

Su padre poseía garra y era sensible. Así lo describe. Él falleció cuando ella tenía 6 años. “Siempre me dicen que me parezco mucho a él”, me dice Denisse, una de los 10 hijos que tuvo Eduardo Dibós, el exalcalde de Lima. Chambera y apasionada. Así se describe la actriz y directora y productora de Preludio Asociación Cultural, que ya alista su regreso presencial a los escenarios con Déjame que te cuente: Concierto del Centenario, que celebra a .

Pero detrás de los escenarios, Denisse Dibós protagoniza una vida que parece arrancada de la ficción. Su hermana falleció de cáncer de mama porque no tuvo un diagnóstico temprano. Su segunda hermana tuvo el mismo mal, pero fue tratada a tiempo; hoy lleva cinco años libre del cáncer. Y han pasado tres años desde que a Denisse también le informaron que llevaba por dentro esta terrible enfermedad, un diagnóstico temprano que le permite seguir con optimismo su recuperación. Aunque hace más de un año tuvo COVID-19, lo que representa un riesgo mayor porque ella tiene el 30% del pulmón derecho quemado por las radioterapias contra los dos tumores que alojaba en la mama derecha, muy cerca del pulmón. “Fueron cuatro días que sentí que me moría, no podía respirar”, relata. Recordamos que hoy es el Día Mundial de la Lucha Contra el .

Paloma tiene 10 años. Es la única hija de . Recuerda que la llevaba a la clínica y le enseñaba la máquina de radioterapia. “Este aparato cura a mami”, le decía a su hija. Paloma le daba besos a la máquina y le hablaba: “Gracias por curar a mi mami”. Denisse nos da esta entrevista sentada en la arena, frente a la quietud del mar. Son las 4 de la tarde, el sol alumbra y Paloma juega cerca de la orilla.

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-En marzo de 2020 me dijiste que cada año trae una sorpresa sin imaginar lo que se venía con la pandemia, que ya estaba decretada pero aún no se anunciaba la cuarentena.

La sorpresa ha sido que hemos tenido que cambiar en nuestra vida. En el caso de Preludio, lo logramos a través de las clases online, con resultados hermosos. Pero ya no aguantaba más sin el teatro presencial. Ya tocaba regresar, con todos los protocolos de bioseguridad. Y qué mejor que con música de Chabuca (desde el 11 de noviembre en la Cúpula de las Artes del Jockey Plaza), que fue una mujer que conoció el Perú profundo, y lo amó. Una mujer que tendió puentes entre clases sociales y nosotros como artistas queremos tender esos puentes en lugar de seguir polarizándonos entre peruanos. Perú es mi único país, mi único futuro, mi único hogar. Amo al Perú, y eso lo tengo desde mi padre, que fue un hombre muy exitoso y que regresó a su país a servirlo. Fue alcalde en la época de Velasco, quien le pidió que sea alcalde; y mi papá le dijo: “Acepto porque quiero servir a mi país, pero eso sí, me das autonomía absoluta”. Y así fue. Tenemos enmarcada esa carta que Velasco le firmó a mi papá ofreciéndole autonomía. Y mi papá murió siendo alcalde de Lima en el 73. No tuve la posibilidad de conocerlo y de vivir con él, pero nos ha dejado el amor al país y trabajar por él.

-En este tiempo de pandemia, ¿cuánto has cambiado?

En lo personal bastante. Siempre he sido agradecida, pero hoy más que nunca lo soy. Una tiene que agradecer la salud, agradecer que nos podemos curar, que tenemos tratamientos. Ser agradecidos de estar vivos, ya no tanto de cuánto hago o cuánto éxito tengo. Pero sigue siendo un tiempo muy difícil para el arte.

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-¿Por qué el artista tiene una capacidad particular para resistir? Y son varios los casos que, pese a todo, se vienen recuperando de la pandemia.

Los artistas estamos acostumbrados a estar siempre luchando. Estamos acostumbrados a sortear obstáculos. Estamos acostumbrados a ir un poco contra la corriente. Hemos sabido ser resilientes, obviamente no somos los únicos. También se trata de ver cómo le das la mano al otro, compartir, formar equipo.

-¿Y en este tiempo de pandemia el cáncer de mama ha tenido algún protagonismo?

La felicidad es que no, todo ha sido positivo. Me hago exámenes cada seis meses o cada tres, y voy muy bien. Lo que sí comienza a ser fastidioso es el tratamiento, que lo llevo ya tres años, y comienza a pesar en el cuerpo: tengo mucho dolor de articulaciones y rodillas; cuando estoy enseñando muchas horas sentada, Dios mío, quién me para. Pero con la mente positiva de que estamos aquí; me siento afortunada y comprometida con la causa de que muchas mujeres tomen conciencia de la importancia de la prevención, que es literalmente la diferencia entre la vida y la muerte. El cáncer de mama no debería matar a ninguna mujer en el mundo, y sin embargo lo hace, porque lamentablemente muchas mujeres no le dan la importancia y no entienden esa diferencia en la prevención y detección a tiempo.

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-¿A partir de qué edad es recomendable chequearse?

Cuando tienes algún tipo de historia familiar, tienes que ir sin importar la edad. Se debe ir al médico, por lo menos, una vez al año; es algo que todas las mujeres tenemos que hacer. Y también está el autocontrol: tocarse los senos y ver si algo cambia, si ves algún tejido que ha crecido, que se ha puesto más duro o te duele; estar atenta a cualquier síntoma.

-¿En tu caso cuál fue la llamada de alerta?

Lamentablemente, la alerta fue mi hermana que perdimos. Todas las hermanas en mi familia, tías y primas empezamos a ir a los chequeos, y así agarré a mi cáncer al inicio, mi otra hermana también.

-Hay quienes tienen miedo de ir a chequearse. ¿Cómo convencerlas de lo contrario?

Les pregunto: ¿a qué le tienen más miedo: que les digan que tienen cáncer, pueden tratarse y sobrevivir o que les digan que es muy tarde y se van a morir en dos meses?

-Te has enfrentado varias veces a la muerte y siempre lo has hecho mirando al frente.

Mi mamá y mi papá ya murieron, dos de mis hermanos ya murieron, el hijo de mi hermano murió muy joven. Pero ahí de repente están las ganas de vivir de quienes estamos aquí.

AUTOFICHA:

- “Soy María Denisse Dibós Silva. Mi abuelo era de Cajamarca. Tengo 54 años, pero mi espíritu es el de una joven; el cuerpo ya va sintiéndose como de treinta (ríe). Acabé el colegio y trabajé un año en Lima con Horacio Paredes en un magacín que se llamó Cambio 7″.

- “Luego me fui a EE.UU. para estudiar. Estuve ocho años. Seguí bachiller y maestría. Volví a Lima y fundé Preludio y me quedé para siempre. Mi primer comercial lo grabé a los 8 años, era para Universal Textil. Después, a los 15, hice mi primer comercial grande para Condition”.

- “A los 17 años salí, el mismo día, en las portadas de las revistas Caretas y Oiga. Hubo todo un problema, eran competencia (ríe). Fue por el musical Luces de Broadway de Horacio Paredes. Para diciembre queremos hacer un show de Navidad y para el verano estamos pensando en un musical de adolescentes”.

-“Soy embajadora de la décima edición de la campaña Lucha contra Cáncer de Mama de The Estee Lauder Companies, que se realiza con el objetivo de concientizar y recaudar donaciones para dicha lucha en nuestro país. Sus ventas van al 100% al INEN, entre otras entidades, para combatir este mal”.

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