Por: Dr. Antonio Grandez, Médico Urólogo, CEO de Insalud.
La salud sexual, un pilar fundamental de nuestro bienestar integral, sigue siendo un tema tabú en Perú, envuelto en silencios y estigmas que impactan a hombres y mujeres por igual.
Este silencio, perpetuado por generaciones, no solo obstaculiza la búsqueda de atención médica oportuna, sino que también limita el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, poniendo en riesgo la calidad de vida de miles de peruanos.
Es hora de romper estas barreras y hablar abiertamente sobre la salud sexual, reconociéndola como un derecho humano fundamental.
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La falta de información y el miedo al juicio son los principales obstáculos que impiden que muchas mujeres accedan a pruebas de detección temprana del Virus del Papiloma Humano (VPH), un enemigo silencioso responsable del 99% de los casos de cáncer de cuello uterino.
En Perú, la detección tardía es una realidad alarmante: 8 de cada 10 casos se diagnostican en etapas avanzadas, disminuyendo drásticamente las posibilidades de recuperación.
Es fundamental derribar los mitos y prejuicios que rodean a este virus, promoviendo la prevención y el acceso a pruebas de detección temprana para proteger la salud de las mujeres peruanas.
La salud sexual masculina también sufre las consecuencias del tabú. El cáncer de próstata, una de las principales causas de muerte en hombres peruanos, afecta a miles cada año.
A pesar de que la detección temprana puede salvar vidas, el miedo y la vergüenza llevan a muchos a evitar el chequeo prostático, perdiendo la oportunidad de un diagnóstico y tratamiento oportuno.
La disfunción eréctil, otro problema frecuente, afecta a peruanos de todas las edades, impactando no solo su salud física, sino también su bienestar emocional y sus relaciones de pareja.
El estigma asociado a esta condición impide que muchos busquen ayuda, perpetuando un ciclo de sufrimiento en silencio. La pandemia, además, ha agravado esta situación, aumentando los casos en hombres jóvenes, entre 20 y 30 años, debido al estrés y el confinamiento.
Es fundamental crear espacios seguros donde los hombres puedan hablar abiertamente sobre sus preocupaciones y recibir el apoyo que necesitan.
La construcción de un sistema de salud que brinde servicios amigables, confidenciales y accesibles, donde la educación sexual sea una herramienta de empoderamiento y no un tabú, es fundamental para garantizar el bienestar integral de todos los peruanos.
Romper el silencio, fomentar el diálogo abierto y reconocer la salud sexual como un derecho humano son pasos esenciales para construir una sociedad más sana, equitativa e informada.
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