Vladimir Cerrón y Verónika Mendoza, divorcio al rojo vivo

La dirigente de izquierda Verónika Mendoza y el exgobernador de Junín, Vladimir Cerrón, se enfrentan en una batalla al rojo vivo, como dice la expresión, en la cual sacaron a relucir los trapitos sucios (y rojos) de cada uno. Esta guerra de revolucionarios de Twitter surgió luego de que se conociera que el hermano del fundador de Perú Libre, el congresista Waldemar Cerrón, integra la lista de derecha que postula a la Mesa Directiva.

Mendoza cuestionó la decisión y acusó Perú Libre de formar parte de una “coalición autoritaria y conservadora”. En ese sentido, señaló que “si a alguien le quedaba duda de la traición del cerronismo... los hechos lo confirman”. Sin embargo, el sentenciado dueño de Perú Libre no tardó en responder a su exaliada y aseguró que Mendoza le pidió ministerios cuando Castillo era presidente.

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“¿Qué habla Verónika Mendoza, quien me pidió cinco ministerios y el premierato? Es lógico que después de parasitar a Ollanta, Villarán, Arana, PPK, Sagasti y Castillo, piense que todos tenemos su costumbre”, dijo, en la madrugada de ayer, a través de su cuenta de Twitter.

A este pronunciamiento también respondió la exministra de Salud cerronista, Kelly Portalatino, y le aseguró a Mendoza que “terminó su poder bajo la sombra”.

Mendoza respondió al tuit de Cerrón, pero desvió la acusación del exgobernador. “¡Falso! Siempre dejé en claro que yo no asumiría ningún cargo en el gobierno anterior. Veo que el señor Cerrón se ha desvelado mintiendo y difamando a todos los que no aplauden su alianza con el fujimorismo, imitando, además, su estilo y ‘argumentos’”, señaló.

La lideresa de izquierda omitió señalar que, si bien ella no ocupó cargos ministeriales, diversos miembros de su movimiento, Nuevo Perú, avalaron y cogobernaron con el expresidente Pedro Castillo. Por ejemplo, Pedro Francke fue designado ministro de Economía; Anahí Durand, ministra de la Mujer; Lucía Alvites se desempeñó como asesora y luego como directora de la oficina de cooperación internacional del Ministerio de la Mujer, con un sueldo de 15 mil soles mensuales.

Tras los primeros meses de gobierno, cuando ya existían escándalos como Sarratea, Karelím López, Bruno Pacheco, entre otros, la entonces ministra Durand dejó claro que Nuevo Perú y el cerronismo continuarían la alianza. “Seguiremos haciendo un acompañamiento crítico al Gobierno de Castillo”, dijo.

La batalla tuitera se trasladó a la televisión, donde Cerrón dio más detalles. “Verónika Mendoza me pidió ministerios a través de la congresista Ruth Luque”, dijo en Cana N. La parlamentaria negó las acusaciones de Cerrón y aseguró que el perúlibrista busca justificar su presunta alianza con Fuerza Popular.

EL INICIO DE LA UNIÓN

Durante la campaña de 2021, el entonces candidato Pedro Castillo se pronunció en contra de la unión civil igualitaria, propuso cerrar el Congreso, el Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo (medidas que decretó como dictador el 7 de diciembre), pero además, aseguró que “el feminicidio es producto de la ociosidad que genera el mismo Estado”. A pesar de ello, recibió el apoyo incondicional de Mendoza, quien se presentó como representante de la izquierda progresista.

El divorcio entre Verónika y Vladimir no termina con un matrimonio reciente, sino con uno que data de 2019. Ante esa imposibilidad de participar en las elecciones parlamentarias de 2020 con Nuevo Perú, Mendoza, que hasta ahora no logra inscribir su partido, recurre al recién sentenciado por corrupción exgobernador de Junín, Vladimir Cerrón, y pactaron ir juntos en aquel proceso.

Esta unión de hecho alejó a fieles aliados de Mendoza, como Marisa Glave, Indira Huilca y Richard Arce, quienes se oponían a aliarse con un corrupto y acusado de homofóbico. Sin embargo, la política de izquierda prefirió el abandono de sus correligionarios a dejar de lado la alianza con Perú Libre.

El politólogo José Carlos Requena le dijo a Perú21 que “lo que hemos visto es una seguidilla de rupturas”. Señaló que “el principal pasivo que arrastra la izquierda es haber apañado el comportamiento de Castillo en temas de corrupción, de libertades sociales, porque este tenía primeros ministros y un discurso que iban en contra de lo que el progresismo siempre ha enarbolado”.

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