La exabogada de Susana Higuchi en el premierato

Una de las felicitaciones que recibió fue del movimiento Ni Una Menos, y es que Bermúdez ha hecho de la defensa de los derechos de las mujeres y las minorías su bandera.

Es constitucionalista por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) . Se graduó de abogada en la facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es docente de derecho de familia en la PUCP desde el 2003.

Es especialista en género, poblaciones vulnerables y políticas públicas. En 2019, publicó el libro Género y poder: La igualdad política de las mujeres.

La abogada Beatriz Ramírez señala que Bermúdez “ha combinado, a lo largo de los años, su trabajo práctico en temas de defensa de derechos y descentralización con la labor docente y académica”.

Bermúdez también fue impulsora de la ley de paridad como medida necesaria para la participación política de las mujeres en condiciones de igualdad. “No podemos hablar de democracia si más del 50% de la población está subrepresentada en los espacios de toma de decisiones”, señaló cuando se debatía este importante tema en el Congreso. Ahora el gabinete del presidente Sagasti está integrado por ocho mujeres con Bermúdez al mando.

“Es una mujer que ha apostado por años por el liderazgo de otras mujeres en los diferentes espacios en los que se ha desempeñado”, recordó su colega Ramírez.

“Es una destacada constitucionalista que ha trabajado mucho sobre los temas de descentralización, de violencia y discriminación hacia la mujer”, dijo a este diario una persona muy cercana a Bermúdez.

Ha sido coordinadora de proyectos en la oficina de Iniciativas Democráticas de USAID, directora de planificación y análisis estratégico de la oficina de Cooperación Canadiense, viceministra de la Mujer y del Desarrollo Humano (2002) y jefa del gabinete de asesores de la Presidencia del Consejo de Ministros (2003).

En 1993, Susana Higuchi acusó a su entonces esposo Alberto Fujimori de autoritarismo y de estar involucrado en actos de corrupción como la venta de ropa donada por Japón. “Como ciudadana me siento en la obligación moral de hacer frente a tanto abuso, tanta corrupción, tantas mentiras”, dijo Higuchi en aquella época. De inmediato la reacción de Fujimori fue separarla del despacho de la primera dama y la mantuvo retenida en Palacio de Gobierno.

Es entonces que un grupo de abogadas lideradas por Bermúdez interpuso un hábeas corpus para que cese la restricción a su libertad. El siguiente paso fue enjuiciar a Fujimori por violencia psicológica y moral. En 1995, Bermúdez fue representante legal de la exprimera dama para el proceso de divorcio del ahora reo.