MAL PASO. Apenas regrese al país, Sánchez irá a prisión.
MAL PASO. Apenas regrese al país, Sánchez irá a prisión.

Prefirió evadir a la justicia, burlarse de ella y escaparse del país. Pero, incluso, aún escondido insistió en sus malos pasos, esos mismos que, ayer, lo hicieron caer. Alejandro Sánchez Sánchez, el dueño de la casa del jirón Sarratea, el inmueble que puso a disposición de su amigo , el hoy preso expresidente que despachó ahí de manera clandestina su recargada agenda de corrupción, fue capturado en Texas, Estados Unidos, cuando intentaba ingresar ilegalmente por la frontera con México.

Según confirmaron fuentes de Perú21, el prófugo empresario se encontraba junto a un grupo de migrantes —llevados por los conocidos ‘coyotes’— en la zona de Eagle Pass, paso ilegal de indocumentados, cuando fue sorprendido por la patrulla fronteriza de ese estado norteamericano.

El financista de la campaña de Castillo en segunda vuelta no contaba con una orden de captura internacional. La Interpol no lo tenía en su lista, tras desestimar su inscripción, pues consideró que la orden judicial en contra de Sánchez era de carácter político.

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Tras su intervención, las autoridades estadounidenses advirtieron que el amigo de Castillo tenía orden de captura en nuestro país, por lo que informaron de su detención al Consulado General del Perú en Houston.

Incluido desde noviembre pasado en la lista de los más buscados con una recompensa de 30 mil soles por su ubicación, el investigado por el caso ‘Gabinete en la sombra’ —sobre quien pesa una orden del Poder Judicial de 30 meses de prisión preventiva—, permanece en el Centro de Detención del Río, en Texas, según informó la Cancillería, en un comunicado.

El ministerio de Relaciones Exteriores ya gestiona con Estados Unidos la expulsión de Sánchez a nuestro país. El prófugo, que aprovechando su clandestinidad descartó entregarse a la justicia peruana al calificar de arbitraria la prisión preventiva en su contra, es acusado por los presuntos delitos de organización criminal, colusión agravada y tráfico de influencias.

En enero último, el Poder Judicial incautó la vivienda del pasaje Sarratea. Otro inmueble de Sánchez de dos pisos, ubicado en el balneario de Asia, fue intervenido por agentes policiales y fiscales en octubre de 2022, durante un frustrado operativo en el que se pretendía detener al empresario, quien había fugado horas antes. Según la Fiscalía, esta casa habría servido de escondite a otros integrantes de la organización criminal que encabezó Castillo, como el prófugo sobrino del golpista, Fray Vásquez, y Bruno Pacheco, exsecretario presidencial.

“CAPTURA ACCIDENTAL”

Para el exprocurador anticorrupción Antonio Maldonado el paso más efectivo para que Sánchez sea puesto a disposición de las autoridades peruanas es que la Fiscalía y la Cancillería soliciten su expulsión administrativa.

“El camino más rápido es pedir su expulsión administrativa por violar las leyes de migración. Eso demandaría un plazo más corto para que Sánchez regrese al país —entre una semana y un mes— y compensaría la inacción de varios entes responsables, reflejada en el hecho de que no había una orden de captura internacional. Esta captura de Sánchez ha sido accidental”, señaló el exprocurador a Perú21TV.

Alejandro Sánchez intentó ingresar ilegalmente a Estados Unidos. desde México, país donde se encuentra asilada hace varios meses Lilia Paredes, la esposa de Castillo. Según un colaborador eficaz, el dueño de la casa de Sarratea aportó S/. 500 mil a la campaña de Castillo para tener acceso, posterior, a los ministerios de Vivienda y Energía.

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