Abimael Guzmán fue capturado el 12 de setiembre de 1992. (photo.gec)
Abimael Guzmán fue capturado el 12 de setiembre de 1992. (photo.gec)

El genocida líder terrorista falleció hoy luego de 29 años de reclusión en la Base Naval del Callao que no serán suficientes para borrar la estela de asesinatos, muerte y dolor, además de millonarias pérdidas económicas, que le dejó al país producto de sus demenciales acciones y atentados.

Fueron 31,331 muertos, según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) los que provocaron los atentados terroristas de . El número exacto, sin embargo, quizás jamás sea conocido debido a que en el transcurso de los años siguieron apareciendo fosas con restos humanos, testimonios y más pruebas de sus actos criminales.

Abimael Guzmán fue capturado el 12 de septiembre de 1992 y en el 2008 fue sentenciado, junto a otros miembros de la cúpula terrorista, a cadena perpetua en el marco de un mega proceso que abarcó nada menos que 77 actos subversivos.

Entre estos figuraron la matanza de Lucanamarca, el atentado contra el ex presidente del Jurado Nacional de Elecciones Domingo García Rada, los asesinatos del contralmirante Alberto Ponce Canessa, del almirante Gerónimo Cafferata Marazzi, del extitular de Trabajo Orestes Rodríguez Campos, del expresidente del Seguro Social Felipe Santiago Salaverry, entre muchos otros.

Fue recién en 2018 que el Poder Judicial pudo sentenciar a cadena perpetua a Guzmán y sus cómplices por el atentado de la calle Tarata en Miraflores, ocurrido el 16 de julio de 1992, y donde estalló un coche cargado con más de 250 kilos de explosivos. El atentado provocó la muerte 43 personas y dejó heridas a otras doscientas. La onda expansiva, además, destruyó o dañó 183 casas, 400 negocios y 63 automóviles estacionados.

ATENTADO EN TARATA
ATENTADO EN TARATA

Un mes antes, en junio de 1992, fueron atacadas con una coche bomba con más de 600 kilos de explosivos las instalaciones de Frecuencia Latina. Allí falleció el periodista Alejandro Pérez junto con dos vigilantes de la estación.

Ese mismo año, el 15 de febrero de 1992, fue también asesinada la dirigente vecinal María Elena Moyano. Tenía 33 años cuando un comando de aniquilamiento conformado por unos quince terroristas la asesinó. Apenas un día antes, Sendero había convocado a un paro armado que ella desafió encabezando una marcha de mujeres por las calles del distrito de Villa El Salvador. Le dispararon en el pecho y la cabeza, para luego arrastrar su cuerpo y dinamitarlo. Días después de sepultados sus restos, dinamitaron su tumba.


LAS MATANZAS DE SORAS Y LUCANAMARCA

Pero la insanía terrorista empezó muchísimo antes, el 17 de mayo de 1980 en el distrito de Chuschi, Ayacucho, donde Sendero Luminoso quemó ánforas y cédulas de sufragio en vísperas de las elecciones generales.

A partir de ahí se desató el terror. Decenas de ataques se sucedieron en diferentes partes del país. Dolorosos y crueles. Uno de ellos en el poblado de Santiago de Lucanamarca, el 3 de abril de 1983, donde fueron asesinadas 69 personas.

Otra de las matanzas fue la registrada en Soras, Ayacucho, donde fueron asesinadas, el 16 de julio de 1984, más de 100 personas luego que un grupo de terroristas asaltara el bus en el que se dirigían desde el pueblo de Santococha a Soras.

Con piedras, picos y armas de fuego, los senderistas mataron a los comuneros de la zona en represalia porque estos habían establecido una suerte alianza con las fuerzas del orden, específicamente con el Ejército, para luchar contra la subversión.

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El procurador antiterrorismo Milko Ruiz informó en su momento que en el llamado megacaso contra Guzmán, por el que fue sentenciado a cadena perpetua por los delitos de terrorismo y homicidio calificado, se impuso al terrorista el pago de una reparación civil por 3,700 millones de soles que, según se conoce, jamás fueron pagados.

A eso se suma que en el 2018 fue condenado por el atentado de Tarata, en Miraflores. En ese caso la pena también fue la cadena perpetua y el pago de una reparación civil de 2 millones de soles.

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La Vicepresidenta Dina Boluarte se sacó la careta y no quiso responder sobre los cuestionamientos a sus colegas del gabinete. Además habla el secretario general del Sutep: 'El Fenatep y Sendero Luminoso quieren destruir al sindicato de maestros'. Desde hoy podrán vacunarse los de 27 años a más para vencer el COVID-19.

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