[OPINIÓN] Sonia Chirinos: Oportunidades perdidas o lecciones por aprender

Sin embargo, tampoco se puede afirmar que esto sea una rareza propia.

En Europa, en la mayor parte de los sistemas, el electorado vota a sus representantes (los diputados) y son estos los que inician las discusiones para ver cómo deshojar la margarita de la designación de su presidente. Puede llevar mucho tiempo.

En el caso del Perú –sistema presidencialista–, el problema radica hoy en que sea quien sea el ganador, su designación no será producto de alianzas o de mayorías aplastantes. Será el resultado de una elección que garantiza que solo la mitad del país quedará satisfecha con el (o la) designado (o designada).

Si le sirve de algo a ese futuro presidente o presidenta, le vaticino que sufrirá la misma sensación que sentimos los jueces con nuestras resoluciones: suelen gustar a la mitad de nuestros “clientes”. Y a veces ni a esa.

Por eso será tan importante que el designado/a en primer lugar acepte que recibe una Presidencia cuyo leitmotiv no puede ser otro que ganarse la confianza de la otra mitad. Quizás los candidatos no cuentan con la experiencia suficiente para entender esto. No es fácil entenderlo. Será el momento de recurrir a lo que se denomina lecciones aprendidas, y oportunidades que no hay que dejar pasar: urge rodearse de equipos válidos para dar el país lo que se le debe: institucionalidad y confianza. Y, mientras tanto, la sociedad civil –toda– debe aprender la lección: las cosas de la “res publica” se miden en mayoría, aunque esta no coincida con nuestros deseos. Esa es la esencia de la democracia.