(Foto: César Campos/@photp.gec)
(Foto: César Campos/@photp.gec)

Dos estudios sobre la Asamblea Constituyente en Chile nos permiten atisbar cuán frustrante e innecesario es ese proceso, inicialmente aprobado por y que hoy genera desencanto, a 2 meses de ser votado en referéndum.

A inicios de esta semana, un estudio de registró que el 51% votaría por rechazar la Constitución propuesta, 33% por aprobarla y 16% está indeciso. Cuando se pregunta por la expectativa sobre los resultados, la brecha se acorta: 47% cree que será rechazada, 44% aprobada y 9% no responde. La encuesta incluye también la pregunta de si la propuesta constitucional genera esperanza o preocupación y temor. Desde junio del año pasado, el sector esperanzado ha bajado, lenta pero sostenidamente, de 42% a 33%; y el preocupado o temeroso ha subido de 55% a 61%, cifra que casi duplica al actual porcentaje de esperanzados. Entre los que votarían por aprobar la propuesta constitucional, 12% pensaría que debe aplicarse como está versus 29% que introduciría cambios una vez aprobada. Entre la mayoría que hoy la rechaza, 21% cree que Chile debería seguir con su actual constitución y 33% que debería introducirse cambios luego de rechazada. Los que quieren cambios suman 62%, pero no necesariamente quieren los mismos. Esta encuesta revela que 40% tiene mucha o bastante confianza en la Asamblea Constituyente y 58% poco o nada. La población que es optimista o muy optimista respecto al futuro de Chile es de 31% versus 48% que se siente pesimista o muy pesimista. Estos porcentajes han llegado a ser peores en algunos momentos de los gobiernos anteriores de Piñera y Bachelet, pero no al inicio: Bachelet empezó con 50% de optimistas y muy optimistas versus 20% de pesimistas y muy pesimistas; y Piñera con 60% y 12%, respectivamente.

Otro estudio, de hace un mes, , confirma que no hay consensos: 32% cree que traerá muchos cambios negativos, 25% algunos cambios positivos, 23% muchos cambios positivos, 12% algunos cambios negativos y 8% que todo va a seguir igual. El 51% dice estar muy interesado en el proceso, 36% medianamente interesado y 12% nada interesado; pero las cosas cambian si se pregunta cuánto se han informado: 60% medianamente informado, 24% muy informado y 16% nada informado. Solo 27% se siente muy informado sobre las normas aprobadas en la propuesta de constitución. Los analistas políticos con los que conversé coinciden en que se ha perdido mucho tiempo y generado expectativas inviables en una discusión poco seria que los llevará a un nuevo proceso, todavía por definir, sobre cómo introducir cambios en cualquiera de las dos opciones posibles. Ese malestar se muestra también en la desaprobación al Gobierno.

Chile está en el puesto 39 de 209 países en efectividad del Gobierno, mientras Perú en puesto 106 (antes de la lista interminable de funcionarios cuestionados). El Perú necesita a gritos reforma política y reforma del Estado, y nuevos liderazgos, más pragmáticos y transparentes.