Próxima parada: 2021

Mientras que la vacancia del presidente Martín Vizcarra parece perder fuerza, los ánimos siguen caldeados entre los congresistas. Algunos continúan con el cuchillo entre dientes y otros mirando las encuestas y bajando el tono. Sin embargo, no se abordan los temas de fondo. ¿Cómo llegamos a 2021 en un contexto de crisis sanitaria, económica y política? Ni el Congreso puede seguirle tomando el pelo a la ciudadanía ni el Ejecutivo seguir mostrando su desprecio por el otro poder del Estado.

Desde esta pequeña columna apostamos por la transparencia e independencia en las investigaciones al jefe de Estado, pero no por la vacancia. En el Legislativo es imperativo separar paja y trigo, es decir, hacer control político pero sin apetitos mezquinos. ¿Quiénes están detrás de afanes instigadores y de ambiciones de colocarse bandas?, ¿quiénes son los tontos útiles y qué fuerzas quieren pescar en río revuelto? Los audios, sobre todo aquellos que vinculan directamente al presidente, deben ser prolijamente investigados por un Ministerio Público despolitizado y solo interesado en que sepamos si hubo o no intentos y estrategias para obstruir a la justicia. ¿Qué papel jugó cada uno de los integrantes del entorno íntimo del mandatario? ¿Hasta dónde llega la cercanía de Palacio y de Vizcarra con el señor Richard Cisneros?

Pero, por encima de ese derecho de conocer detalles de la verdad, necesitamos una plataforma institucional para llegar al bicentenario. Esta coyuntura crítica no se resuelve en el TC. El asunto de fondo es cómo facilitamos la gobernabilidad por los próximos 10 meses, hasta un cambio de mando. No puede agudizarse con dichos de una cercana exsecretaria de Vizcarra (Karem Roca) que graba con un abogado (Fabio Noriega), quien le jala la lengua o dramatizan de común acuerdo.

El gabinete no puede ser obsecuente; sí debe ser firme en el apoyo institucional para concluir el encargo presidencial. No podemos seguir viendo imágenes con tanto uniforme militar rodeando al mandatario. Ni toque de cuarteles ni exhibiciones de poder. Nuestras autoridades necesitan responderle con sinceridad a la ciudadanía que está harta de tanta mediocridad y tanta mentira.