Uno de los tantos cuentos antifujimoristas que estuvo dando vueltas por muchos años es que “se habían robado US$6 mil millones de las privatizaciones”. Eso era imposible por varias razones, pero hasta gente con un IQ normal repetía eso, además de La República, los coleguitas ignorantes, los caviares y los rojos.
Era imposible porque: 1) Ese dinero estaba muy controlado por PNUD. 2) Mucho del dinero contabilizado como ingresos por privatizaciones eran compromisos de inversión. 3) Se usó también para pagar deuda externa. 4) La mayor parte se utilizó como gasto corriente y de inversión contra-cíclico contra la descomunal crisis económica que arrancó en 1998 por varios tremendos y simultáneos shocks externos (el mega-Niño, la crisis rusa que disparó el dólar, la crisis asiática que tiró al subsuelo el precio de los metales, la quiebra de once bancos, más los efectos regionales “Tequila” y “Samba”), que secó los ingresos tributarios y que nos sumió en una recesión muy profunda y larga (hasta el año 2004), que por momentos llegó a ser una depresión (hubo hasta deflación: en 2001, los precios cayeron 0.1%). 5) Otro porcentaje importante fue destinado al Fondo Consolidado de Reservas Previsionales (FCR), el Fondo Nacional de Ahorro Público (Fonahpu) y el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF).
Además, US$ 6 mil millones venía a ser como el 60% del presupuesto anual peruano de esos tiempos… ¿Creen que un retiro de riqueza de esa magnitud en esa tan pequeña economía hubiera pasado desapercibido? ¿Se imaginan los efectos de todo tipo que se hubieran dado al retirar esa masa inmensa de dinero de nuestra economía? ¿Y dónde están los megamillonarios de ese robo (US$6 mil millones del año 2000 equivalen a casi US$ 11 mil millones hoy)? Seguramente que deben haber robado mucho dinero en el fujimorato, sobre todo con la compra de armas. Pero lejísimos de esos US$6 mil millones de fábula, que hoy solo puede repetir un ignorante, un descerebrado o un malicioso.