Aun cuando recién estamos en la parte central del invierno, este ya está practicamente jugado en cuanto a las condiciones climáticas esperadas.
Calentamiento global: 1.5 °C sobre la media preindustrial
El Perú es – como todos sabemos – multicultural y multiracial. El origen de ello es nuestra diversidad territorial y los climas que lo caracterizan. Es decir la adaptabilidad humana a una geografía determinada ha sido moldeada por el clima y por el terreno.
Este 2024 viene siendo climáticamente un año marcado por 3 condiciones: una de fondo; el calentamiento global. Hemos seguido batiendo marcas de temperaturas máximas en los últimos meses, no obstante el final del Niño. Precisamente El Niño y su atenuada versión costera durante el verano han marcado los primeros meses del año. La transición al otoño, una vez alcanzado el mes de mayo, se hizo evidente en la costa peruana con un anómalo enfriamiento de las aguas litorales. El mar de Grau observó entre mayo y junio temperaturas claramente por debajo de los valores habituales para la fecha y la presunción de una Niña Costera se mantenía. Esta última, además, vinculada a un eventual versión global de La Niña que casi la totalidad de modelos climáticos avizoraba para el trimestre junio-agosto. No ha sido el caso.
Eventualmente tendremos una Niña débil global hacia el último trimestre.
¿Tendremos un invierno muy marcado finalmente?
Sea como sea el destino final del Pácífico, estamos ya ingresando a la segunda mitad del invierno y al mes más seco del año en nuestro páis.
De hecho, agosto es el mes donde empiezan a proliferar los incendios forestales en nuestra sierra y selva. Hay dos razones para ello: una provocada por el hombre por la quema descontrolada de pastos para dar paso a las siembras estacionales pretemporada de lluvias y otra producida por la propia sequedad de los pastos.
De cualquier manera, nuestro calendario hidrológico anual termina en agosto y es el inicio de setiembre cuando empiezan las primeras lluvias en las cumbres de los Andes del Sur.
No ha sido además – hasta ahora – un año pródigo en friajes. Hay que recordar que los friajes suelen, cuando son vigorosos, avanzar a través de toda la selva – de sur a norte - con lluvias, mitigando los incendios.
De cara a la próxima temporada de lluvias y el próximo verano, lo que están hoy mostrando los modelos climáticos es una tendencia hacia condiciones muy cercanas a los promedios históricos de precipitaciones y temperaturas en nuestro país.
A nuestra sociedad y economía, las depositarias finales de los impactos del tiempo y clima, lo que más nos conviene es que no nos desviemos mucho de nuestros patrones climáticos habituales.
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