La izquierda es especialista en apropiarse o torcer conceptos que le son ajenos y que contradicen su obra y prédica. Invocan la libertad (lo primero que atacan al imponer un Estado abusivo, dirigido por ellos, sobre las personas y sus derechos), la justicia y la ley (las maniobran a su antojo), la defensa de los pobres (al vivir de estos, alientan la pobreza con sus trasnochadas políticas antieconómicas), o de los trabajadores (promueven una legislación laboral que atenta contra el empleo y alimenta la informalidad), la protección del ambiente (callan o minimizan los atentados ambientales de los ilegales), entre tantos otros.