Pánico. La portada de Time que cuestiona duramente a Joe Biden

El artículo de Time es severo al señalar que incluso los aliados más cercanos de Biden admitieron en privado que fue un desastre. “Biden parecía exactamente el abuelo de 81 años que es, tartamudeando con voz fina a través de argumentos ininteligibles y a menudo mirando fijamente, con la boca abierta, mientras Trump lanzaba un ataque verbal tras otro. Biden se quedó paralizado repetidamente y falló incluso en algunas líneas fijas que había preparado de antemano para el momento”, se lee en la nota.

Time llama la atención que al responder una pregunta sobre la deuda nacional, “su respuesta fue incomprensible, ya que parecía estar tratando de defender que los estadounidenses súper ricos paguen más impuestos”.

Pánico se ve en la tapa de Time. Para el medio, “Pánico no es una palabra demasiado fuerte para describir el sentimiento que recorrió el Partido Demócrata de arriba a abajo a medida que se desarrollaba el debate”. Y agrega: “Casi inmediatamente después de que terminó, los demócratas comenzaron a preguntarse si se podía convencer a Biden de que se retirara por el bien del partido, de la nación y del propio candidato”.

Time es implacable: “Pero la realidad sigue siendo la misma: todos los estadounidenses que sintonizaron el debate pudieron ver por sí mismos cómo ha envejecido Biden. Ya enfrascado en lo que es, en el mejor de los casos, una carrera muy igualada con Trump, el camino de Biden hacia la victoria de repente parecía estar convirtiéndose en un callejón sin salida ante los ojos de los demócratas”.

El extenso artículo termina así: “Es cierto que Biden ha sido derribado muchas veces a lo largo de su carrera, pero a veces es mejor permanecer en la lona. “Amigos, doy mi palabra como Biden: no volvería a postularme si no creyera con todo mi corazón y alma que puedo hacer este trabajo”, dijo. Para muchos demócratas que vieron el debate, el problema es que lo que Biden cree está empezando a parecer cada vez más contrario a la realidad”.

Joe Biden se reunió con su familia el domingo. El encuentro se habría centrado en una charla sobre el futuro político del jefe de Estado tra su calamitoso debate presidencial del jueves con Donald Trump.

La reunión en Camp David se produjo en un momento en que aumentaban las presiones sobre Biden tras las enormes consecuencias del debate, en el que su vacilante actuación puso de relieve sus vulnerabilidades en una elección reñida e invitó a los expertos, los medios de comunicación y los votantes a pedirle que se hiciera a un lado, reseña The Guardian.

Fuentes internas dijeron a NBC News que, en última instancia, serían el presidente y la primera dama Jill Biden los que tomarían las decisiones fundamentales sobre su candidatura para un segundo mandato, aunque los hijos y nietos de la pareja estuvieron presentes en el retiro del fin de semana.

“Se espera que cualquier discusión sobre la campaña sea informal o una ocurrencia de último momento”, dijo una fuente a la cadena, buscando calmar las especulaciones sobre el propósito de la reunión, indica The Guardian.

De manera similar, un funcionario de la administración también intentó desestimar los informes de que la cumbre de la familia Biden estaba programada para discutir su posible renuncia.

Hasta ahora, en los mítines y eventos posteriores al debate del jueves, los Biden no han mostrado señales de cambiar de rumbo, presentando el debate como un mal día aislado y redoblando sus apuestas sobre el éxito electoral de 2020 contra Trump, refiere The Guardian, advirtiendo: “El camino a seguir para los demócratas está plagado de incertidumbre. Ninguno de los posibles sustitutos de Biden ha demostrado tener más apoyo que el propio presidente, y la amenaza de una presidencia de Trump y su impacto en cuestiones clave de política interior y exterior deja poco margen de error”.