De Sarratea a Asia: los 20 asesores en la sombra de Pedro Castillo

La mañana del 11 de octubre de 2022, fiscales y policías intervinieron la lujosa vivienda de dos pisos, ubicada en el kilómetro 102 de la Panamericana Sur, para detener a su dueño, pero este no se encontraba. Sin embargo, hallaron su cama destendida, con vestigios de haber sido usada recientemente. Sánchez, el amigo del entonces presidente Pedro Castillo, se había fugado durante la madrugada.

Esta es una de las evidencias que presentó el equipo especial que lidera la fiscal Marita Barreto al juez Víctor Zúñiga para conseguir la incautación del inmueble, que se concretó ayer.

En la orden judicial, a la que accedió Perú21, se indica que este lujoso bien, ubicado en medio de chacras y trochas polvorientas, sirvió para que los miembros de la organización criminal que encabezó Castillo se escondan de la justicia.

Es decir, se trató de una guarida. Aunque ayer el fiscal Vicente Silva y los policías solo encontraron a un guardián en el lugar. Nadie más habita la casa.

Otro de los investigados que se ocultó allí, según la Fiscalía, fue el exsecretario presidencial Bruno Pacheco, hoy colaborador eficaz.

Pacheco, de acuerdo a la información, permaneció en esa casa luego de renunciar al cargo, el 23 de noviembre de 2021, ya sumido en denuncias de corrupción que salpicaban al exmandatario.

La tercera persona que habría usado esta propiedad como escondite es Fray Vásquez, el sobrino del exjefe de Estado que está no habido desde hace más de un año.

El 21 julio de 2022, este diario reveló que el actual general PNP Óscar Arriola llegó a la residencia cinco días antes para detener a Vásquez porque informes de inteligencia reportaron de su presencia en el lugar.

Si bien el sobrinísimo no estaba, horas después Alejandro Sánchez llamó por teléfono a Arriola para preguntar por qué había acudido a la que reconoció como su casa.

“Hay una desigualdad en la justicia de nuestro país”, le comentó Sánchez Sánchez al oficial a manera de reclamo. No quedaban dudas del lado de quién estaba.

El de Asia es el segundo inmueble de Alejandro Sánchez que fue usado para intereses de la red chotana. El primero y más famoso es la casa de Sarratea, localizada en Breña. Perú21 también publicó fotografías en donde se veía a Pedro Castillo visitando la residencia de Asia.

De acuerdo al Ministerio Público, Sarratea fue la base de operaciones de Castillo, desde donde se coordinaban la repartición de obras y puestos públicos cuando este se encontraba en el poder.

En la resolución del juez Zúñiga también se detallan las cinco etapas en las que se desplegó el denominado ‘Gabinete en la Sombra’, un selecto grupo de 20 personas a los que escuchaba Castillo por encima de los ministros.

La primera fase fue el financiamiento de campaña, donde aparecen los aportantes que luego formaron el conocido ‘buró político’. Aquí se encontraban Sánchez Sánchez, el exasesor del Ministerio de Vivienda Salatiel Marrufo, el empresario Abel Cabrera, y el exalcalde de Anguía (Cajamarca) José Nenil Medina.

La segunda fue el copamiento de instituciones públicas. Uno de los casos expuestos fue el del Ministerio de Vivienda, desde donde se impulsó el Decreto de Urgencia 102-2021 que comprendía millonarias obras públicas que iban a ser tomadas por el ‘buró’.

La tercera etapa consistió en actos ilegales en contrataciones públicas. Aquí se identificó la designación de Geiner Alvarado como titular de Vivienda y la de Marrufo como jefe del Gabinete de Asesores en la misma cartera.

Además, el nombramiento de Jackeline Perales como gerenta en la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN). Según la indagación, todos se encargarían desde sus puestos a encaminar obras en favor de la organización criminal.

La cuarta es la captación de apoyo político desde el Congreso. En esta arista se comprende a los legisladores de Acción Popular conocidos como ‘Los Niños’, que fueron contactados por el exasesor presidencial Auner Vásquez.

Los parlamentarios, indicó la Fiscalía, pedían todo tipo de favores al gobierno a cambio de no censurar ministros y de salvar al profesor chotano ante eventuales pedidos de vacancia.

La última fase fue la protección y encubrimiento de investigados. Esta es precisamente la razón de la diligencia de ayer, ya que la casa de Asia sirvió para ese fin.

La vivienda pasará ahora a manos del Estado y podría ser usada por alguna entidad pública, como sucedió con la de Sarratea que servirá como oficina de una institución que imparte justicia.

-El testigo Cristóbal Fernández Inga declaró a la Fiscalía que compró junto a Alejandro Sánchez el terreno donde fue levantada la vivienda.

-”El área total es de 12 mil m2 y respecto a la división aún no lo hemos independizado (...) en la parte del terreno que le corresponde al señor Alejandro Sánchez ha construido una casa”, sostuvo. Según el Ministerio Público, solo el amigo de Castillo dispuso del predio.