El caso Chibolín ha destapado más prácticas de la fiscal superior Elizabeth Peralta que lindan con el delito, que del propio protagonista Andrés Hurtado. El pedido de prisión preventiva presentado el último jueves consigna evidencias que exponen el comportamiento de Peralta Santur para mantenerse en su cargo de poder, y para favorecer a la excandidata presidencial Keiko Fujimori y Joaquín Ramírez, exsecretario general de Fuerza Popular (FP).
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El fiscal supremo Alcides Chinchay presentó audios en donde se escucha a Peralta hablar con un hombre que le pide su apoyo para archivar el caso de Ramírez en 2016.
Lo insólito es cómo Chinchay consiguió las grabaciones. Se encontraban en un USB de color morado que estaba dentro de un sobre manila, guardado en la oficina de la fiscal de Lavado de Activos. El material fue incautado el pasado 24 de septiembre, cuando se allanó ese despacho.
En el sobre, además, había una hoja escrita a mano con la que el remitente reclamó a Peralta porque esta no había cumplido con su promesa.
“Le dejo esto (el USB), doctora, para que reflexione. Yo no soy rencoroso y jamás pensé utilizar estos videos (…) quería que le venda el examen, me rogaba y se hacía la buenita, ahora que ya está en el poder me botó de su casa como un delincuente (…) Tengo grabado todo”, se lee.
En la primera parte de la transcripción se entiende lo del examen. Se trataría de la prueba escrita que rindió Elizabeth Peralta ante el extinto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para convertirse en fiscal superior. Precisamente, Peralta consiguió ese puesto en 2016.
Se colige, entonces, que la persona con la que la fiscal Peralta dialoga en el audio le vendió las respuestas del examen a cambio de favores. Típica maniobra de Los Cuellos Blancos del Puerto.
Asimismo, dijo que tras lograr su cometido fue a agradecer “al doctor San Martín”. “Cuando yo estaba postulando, él (San Martín) estaba en Estados Unidos, pero su embajador a mí me ayudó”, sostuvo.
“Keiko te puede ayudar”
En otro momento, el hombre le recuerda a Peralta que ella se había comprometido a ayudarlo en un caso. Ese era el de Joaquín Ramírez, hoy alcalde de Cajamarca, que en ese momento era sindicado de lavar US$15 millones a Keiko Fujimori, según el piloto Jesús Vásquez.
La fiscal le aseguró a su interlocutor que sí le ayudaría. “Se le puede ayudar, pero escúchame, justo quiero hablar mañana con Tania Liñán porque quieren juntarlo todo y no conviene. Mañana primero le voy a decir a Tania Liñán porque ella tiene lo de Keiko, que mate de una vez eso, porque quieren juntarlo todo”, expresó.
Liñán era fiscal provisional. Por ello, Peralta Santur manifestó que le diría a ella que limpie a Fujimori del proceso que tenía indicándole que la lideresa de FP podría ayudarla con la promoción de su puesto. De esa forma, los casos de Ramírez y Fujimori no se juntarían.
“Quiero hablar con Tania Liñán para que ella me saque lo de la Keiko, para que se pronuncie de la Keiko, le voy a decir ‘mira, oye, tú eres provisional, la Keiko te puede ayudar, mátalo eso aparte, antes que los otros pidan acumulación y tú te quedes al aire’”, declaró.
El caso Ramírez —al que también fue vinculado Miguel Arévalo RamÍrez, ‘Eteco’— estalló en plena campaña presidencial de 2016, cuando Fujimori era candidata por segunda vez. La investigación la dirigía la fiscal Sara Vidal.
Vidal archivó el proceso contra el exfujimorista en 2017, sin realizar las pericias contables. Esa decisión fue apelada por la Procuraduría de Lavado de Activos y hasta fue cuestionada por el entonces fiscal de la Nación, Pablo Sánchez.
Según fuentes de Perú21, ese archivamiento fue anulado por la fiscal Peralta, quien en ese momento estaba a cargo de la coordinación de la Fiscalía de Lavado de Activos ante la ausencia de Rafael Vela por vacaciones.
En adelante, Peralta Santur se ha hecho cargo en segunda instancia de lo que sucedió en ese proceso, de acuerdo a las fuentes.
“¿Entonces, doctora, sí se le puede ayudar a Joaquín?”, consultó nuevamente la voz masculina. “Por supuesto, claro”, contestó Peralta. “¿Cómo sería, doctora?”, insistió. “No, no te preocupes, yo te ayudo”, intentó tranquilizar la fiscal. “¿Ayudar qué significa, doctora? ¿Archivar?”, persistió el interlocutor. “Archivar”, asintió la fiscal superior.
Para el fiscal Chinchay esta es una muestra clara de que si permanece en libertad, Peralta obstruirá las investigaciones.
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