Yma Súmac, una voz viva

La princesa Inca, considerada también como un “pájaro que se convirtió en mujer” en relación a su prodigiosa voz, dejó el Perú a los 20 años de edad para cautivar a la audiencia internacional con su increíble registro vocal, considerado único en el mundo.

Es homenajeada en nuestro país y también en Estados Unidos, donde alcanzó brilló mundial y obtuvo una Estrella de la Fama en 1960 después de llegar como una mujer migrante que enfrentó la crisis económica americana y logró el éxito.

En Estados Unidos, donde Yma Súmac fue la primera cantante femenina de América Latina en formar parte de un teatro musical de Broadway en la década de 1950, se ha develado un busto en su honor para celebrarse el centenario de su natalicio.

La imagen elaborada por el escultor franco-peruano Martín Espinoza Grajeda fue llevada desde Francia hasta un pedestal en el camposanto Hollywood Forever Cemetery, en Estados Unidos, donde reposan los restos de la diva.

Mientras tanto, en Perú, ayer fue la presentación del libro El pájaro que se convirtió en mujer. Yma Súmac, la hija del sol, una investigación del escritor Elton Honores, que detalla y esclarece datos biográficos de la vida artística de Yma Súmac y su representante y cónyuge Moisés Vivanco.

“Mi interés es presentar a Yma Súmac como un artista que moderniza la música folclórica y vernacular en el Perú”, comenta Honores a Perú21.

El texto también recorre las diferentes posturas críticas que surgieron alrededor de la soprano inca.

“Por un lado, reconocen sus dotes vocales, pero por otro lado la ven más en el ámbito del espectáculo. La crítica es mucho más rabiosa y está encabezada por Arguedas que decía que su música era una distorsión de la música vernacular”, explica.

Sin embargo, Honores asegura que en el siglo XXI la crítica a Yma Súmac es muy positiva porque la fusión musical es más aceptada.

Además, siempre fue considerada “la pionera de la fusión musical”, fusiones excéntricas que perduran hasta la actualidad.

- Yma Súmac significa “qué bonita” en quechua. Su cónyuge, Moisés Vivanco, también fue su mentor y compositor.

- El título del texto de Elton Honores surge aludiendo a su supuesta condición de “princesa inca” y en relación a su voz prodigiosa e inimitable.