El destino las puso frente a frente durante una de las marchas por la unión civil para las personas LGTBQ. El recuerdo está intacto. Se conocieron, compartieron la misma lucha y se enamoraron. Ya en ese tiempo, Angie Márquez soñaba con un restaurante propio. Paola Figueroa no lo tenía en mente, pero fue caminando hacia ese objetivo.
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La Capitana, en la calle Santa Rosa 545, en Surquillo, es uno de esos nuevos sitios de la escena gastronómica local a los que te provocará regresar. Suena la salsa en discos de vinilo (nada de Spotify). La propuesta de comida peruana contemporánea, con especialidad en pescados y mariscos, está muy bien expresada en sus platos perfectamente diseñados.
“Somos exparejas y socias”, dice Paola. Angie la mira con cariño. La Capitana es la casa que comparten desde hace casi un año. Están pendientes de cada detalle y esperan contribuir a que Surquillo se convierta en un polo gastronómico. Para ello, vienen hablando con restauranteros y confían en que la municipalidad distrital tenga la visión de trabajar articuladamente en el crecimiento de la zona. Potencial hay.
Aunque las dos cocinan, para el restaurante eligieron a un joven pero experimentado chef: David Insandara. “Yo lo conocí en Rafael, donde trabajé más de doce años”, cuenta Angie. De hecho, la figura de Rafael Osterling es muy importante para ambas. El reputado cocinero —creador de Rafael, El Mercado y Rocco— no ha dejado de alentarlas en este emprendimiento.
¿Cómo nace La Capitana?
Angie (A): Tengo más de 17 años trabajando en servicio y siempre ha sido mi sueño tener un restaurante. Estudié Administración Hotelera y Turística, y trabajé con Rafael más de 12 años, apoyando en sus restaurantes y creando sus nuevas marcas. Se abrió la oportunidad de crear algo pequeño en Pueblo Libre.
Paola (P): Al comienzo, era un restaurante pequeño. No pensé que se convertiría en lo que hoy es. Nunca fue mi sueño, pero el de Angie sí. Yo estudié Administración. Nunca había trabajado en el área gastronómica.
¿Por qué ‘La Capitana’?
(P): Queríamos un nombre femenino, fuerte y que evocara a la persona en la que más piensas cuando se trata de la cocina, que es tu mamá, tu abuela, tu tía. Es la capitana quien dirige una cocina. Nuestra planilla, en general, está formada en un 90% por mujeres.
¿Por qué se mudaron de Pueblo Libre a Surquillo?
(A): Fue una oportunidad que se nos dio. Elegimos Surquillo porque es un distrito emergente en el campo gastronómico.
(P): Aquí tenemos espacio para 12 mesas, que significan entre 35 y 40 personas. Surquillo puede y tiene que ser un polo gastronómico.
Muchos piensan que La Capitana es una cebichería.
(A): Es un restaurante de comida peruana contemporánea con especialidad en pescados y mariscos.
(P): Es comida criolla, contemporánea, innovadora. Cuando vienes a comerte un seco, recuerdas de inmediato lo que cocinaba tu abuela o tu mamá, y tienes, además, un plato hermoso.
(A): Nos gusta presentar nuevas técnicas culinarias porque la cocina peruana sigue evolucionando, aunque se mantenga lo tradicional. Tenemos un seco clásico y también pescados en salmuera, pescados curados más de doce horas, técnicas de fritura innovadoras, y una buena coctelería.
¿Qué diferencia a La Capitana de otros espacios de la zona?
(P): Respetamos mucho la calidad del producto. La pesca del día es importante para nosotras.
(A): No quiere decir que el de la esquina no lo tenga, pero yo creo que marcamos la diferencia ofreciendo una experiencia grata. Es comida fresca, juvenil, creativa.
Tienen un horario bastante acotado.
(P): Sí, estamos desde las 12:30 p.m. hasta las 5 de la tarde. Nos encantaría estar en la noche, pero el distrito es un poco picante. Por eso, queremos juntarnos con los demás restaurantes y la municipalidad para mejorar la zona.
¿Qué significado tiene la cocina para ustedes?
(A): La cocina es familia, es amor, es equipo; es un lugar donde puedes estar cuando no hay otro espacio para sentirte libre. Nos gusta que nuestros cocineros se sientan libres. Nuestra cocina está dirigida por un hombre, pero es un chef superinclusivo. (P): Para mí pensar en la cocina es pensar en mi abuela. Es pensar en que siempre cocino con mucho amor para que la gente lo reciba rico y se sienta bien.
¿En algún momento han sido discriminadas por ser lesbianas?
(A): En ningún momento. La gente, quizás, puede juzgar, pero no me he sentido afectada. (P): Somos personas con muchos privilegios. No hemos sufrido la discriminación que otras personas sí afrontan.
¿Las personas LGTBQ tienen oportunidades en el Perú?
(A): Hay oportunidades, pero falta mucho. No tenemos los mismos derechos que las personas heterosexuales. Pero creemos en el país: hemos podido irnos, pero estamos aquí.
(P): Esperamos que se apruebe.
AUTOFICHA
- “Mi nombre es Paola Figueroa. Yo te recomendaría pedir un tiradito kamikase, que lleva tataki de atún y chalaca de mango y kiuri. En la barra de La Capitana tenemos pisco sour y chilcano. Y la estrella de la casa se llama atardecer limeño y lleva pisco”.
- “La Capitana es el sueño que nunca tuve y que ahora lo es todo. La gente la pasa bien y eso me hace realmente feliz. Queremos seguir elevando nuestro servicio. Recién vamos a cumplir un año. Si bien todo está yendo bien, siempre puede estar mejor”.
AUTOFICHA
- “Soy Angie Márquez y siempre soñé con tener un restaurante propio. En mi universo culinario no he encontrado machismo, pero sí que lo hay. Rafael (Osterling) ha sido un gran ejemplo de paridad y básicamente todas sus líderes administrativas son mujeres”.
- "Si vienes a La Capitana yo te recomiendo pedir un crudo chalaca que lleva atún en salmuera, pulpo, alioli y láminas de palta con pan focaccia. Tenemos todas las ganas de que Suquillo se convierta en un distrito gastronómico, creo que apunta a eso”.
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