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¿Y si nos acordamos de la pesca?

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la atención se centra en la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país, que normalmente comienza en octubre y se extiende hasta enero. La apertura de la segunda temporada es vital. Si no se lleva a cabo, el PBI del país podrí
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POR ASOCIACIÓN DE CONTRIBUYENTES
La economía peruana enfrenta otra crisis debido a la no apertura de la primera temporada de pesca de anchoveta en 2023, causada por el calentamiento del mar provocado por El Niño Costero. Este hecho podría haber restado un 0.8% al PBI trimestral del país, según un análisis de Macroconsult por encargo de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP).
Ahora, la atención se centra en la segunda temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país, que normalmente comienza en octubre y se extiende hasta enero. La apertura de la segunda temporada es vital. Si no se lleva a cabo, el PBI del país podría contraerse hasta en un 0.4%, según el mencionado informe.
Específicamente el sector pesquero peruano enfrenta una posible caída del 31% en comparación con el año anterior, lo que llevaría a la actividad económica a su nivel más bajo en dos décadas. Si bien las condiciones climáticas han sido adversas, diversos líderes reconocen que la inacción del Estado es también un factor que no colabora con la recuperación económica del sector.
Estos factores generaron la pérdida de US$1,400 millones en exportaciones, la no pesca de 2.4 millones de toneladas de anchoveta y la falta de producción de harina y aceite de pescado. Se perdieron 1,500 puestos de trabajo, se redujo la masa salarial, las compras en la cadena de valor y el consumo. Además, sectores relacionados como hidrocarburos, transporte y logística también se vieron afectados. Las cifras pueden sonar frías, pero, en la realidad, son hogares que se han quedado sin trabajo, sin ingresos, y en una situación sumamente vulnerable.
A pesar de los desafíos y negligencias estatales, existe una ventana de oportunidad debido también al clima. Según Luis Icochea, investigador de la Universidad Agraria La Molina, es posible abrir la segunda temporada de pesca de anchoveta debido al debilitamiento de El Niño Costero y la reducción de las temperaturas del mar. Esto podría generar una captura sustancial de anchoveta y, en consecuencia, un impulso a la economía. Es aquí cuando el Estado debe actuar rápidamente, no burocráticamente ni de forma temerosa o negligente.
La Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) estima que la segunda temporada debería comenzar, al menos, el 15 de octubre, y no en noviembre como plantea el Ministerio de Producción, ya que la temperatura del mar aumentaría posteriormente debido al inicio del verano y al fenómeno de El Niño, lo que haría que la anchoveta no esté disponible para la pesca.
Según el informe de Macroconsult, no abrir esta segunda temporada de pesca de anchoveta tendría un alto costo, ya que la pesca de consumo humano indirecto lleva siete meses paralizada, lo que significa que miles de trabajadores han dejado de percibir ingresos. Cada semana de pesca en octubre podría generar S/56 millones que beneficiarían a más de 20,000 familias y ayudarían a evitar el cierre de muchas empresas del sector pesquero. La rapidez en la toma de decisiones de parte del Estado es primordial. No puede tardarse ni un día más.
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