No tenía ningún problema en decir mis gustos musicales. Esto debe haber sido a los 12 años. Escuchaba mucha cumbia, mucha chicha. Los Sanders de Ñaña, Manzanita. Ahora, en esa época en Radio Inca sonaba más chicha, como Chacalón, Los Shapis. Yo recuerdo una canción que decía: “ahora sí, se viene el vacilón”, y se referían al solo de guitarra. Jamás he sentido vergüenza ni culpa ni me he sentido mal por las cosas que escucho. Chacalón me tumba la cabeza, pero mi gusto por él entró cuando escuché a Los Mojarras. Encuentro muchas similitudes.