PUBLICIDAD
Brian Gómez: “Por unos pocos indeseables vemos comentarios homofóbicos hacia el ballet”
El profesor cubano Brian Gómez es primer bailarín del Ballet Municipal de Lima.
Imagen
Fecha Actualización
Indignado y triste. Fue el ánimo de Brian Gómez, bailarín y profesor de ballet. Víctima de comentarios homofóbicos cuando dictaba una clase en una transmisión de Facebook. “Tengo que desechar las cosas malas y seguir adelante. Pero hay que hablar de esto para que la gente cambie de opinión”, me dice con voz firme a través de una videollamada. Llegó con 17 años al Perú. Hoy tiene 22. Llegó y se quedó.
Nació en la calle Paseo del Bosque, La Habana. Zona que antes de la revolución fue residencial. “Ahí vivía la gente rica”, detalla y agrega que su abuelo fue gerente de una gasolinera, que sería confiscada. Pero la tradición de los Gómez Isla se ha afincado en la danza. Su abuela la cultivó y sus hermanos, como Brian, son bailarines de primer orden. “Estaba en mis genes”, remata.
En un país donde el béisbol es popular, quiso ser futbolista, delantero. Cuando en la isla se empezaron a transmitir los partidos de la liga española, hacia 2010 y 2011, los cubanos se enamoraron del arte con la pelota de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, y se dio una nueva revolución: el fútbol ganó protagonismo, al punto de competir con el boxeo y el béisbol. “Era muy bueno en fútbol, pero el amor al arte me llamó más”, precisa el primer bailarín del Ballet Municipal de Lima. Amor por el arte que hoy defiende con dignidad y talento.
-En Lima ya hemos sido testigos de episodios machistas y homofóbicos hacia los bailarines de ballet. Pasó con la obra musical Billy Elliot, en el que el elenco de niños fue agredido verbalmente en plena función. Parece que no aprendemos.
Es muy malo que ocurra, pero lo que hay que recalcar es el apoyo de las personas y del Ballet Municipal de Lima. Hay muchas más personas que quieren una buena cultura y que la gente cambie. Solo por unos pocos indeseables vemos estos comentarios homofóbicos hacia el ballet.
-¿Te había pasado antes?
Es la primera vez. En Cuba no pasa porque culturalmente creo que estamos un poco más arriba, sobre todo porque tenemos íconos mundiales de la danza. Si en Cuba quieres ser artista, en la mayoría de casos se elige el ballet. La danza y la música están a la par. Viene de Alicia Alonso (falleció a los 97 años, en 2019). Fue la primera bailarina absoluta del ballet mundial. Triunfó la revolución y ella se iba a los campos, a la sierra e inculcaba el ballet.
-El ballet creció desde las entrañas del país.
Así es, la gente que no sabía nada, que era analfabeta, empezó a culturizarse.
-En unas declaraciones de hace unos días señalaste que estos actos muestran “un vacío cultural enorme”. Y duele porque es cierto.
Hay vacíos culturales no solo en el ballet. Creo que también en la pintura y en otro tipo de danzas. El ballet es mundial y es de siglos pasados, y es lamentable que en el Perú todavía haya este tipo de problemas contra el ballet.
-Cuando tomaste la decisión de estudiar ballet, ¿en casa te advirtieron que un bailarín también tenía que enfrentar este tipo de conductas?
Lo hicieron. Vengo de una familia de bailarines. Mi hermano es bailarín de flamenco y mi otro hermano es primer bailarín del Ballet Nacional de España. Dijeron que me podía pasar, pero igual tenía que seguir adelante porque es una carrera bien linda y que muchos quisieran tener.
-¿Dónde radica la belleza de tu carrera?
En la delicadeza y fragilidad que tiene y, aun así, en la fuerza que se necesita. El trabajo diario que tenemos nos causa lesiones, dolores articulares. Detrás de un ballet hay un trabajo, que parece sencillo porque nosotros lo hacemos que parezca sencillo. Además, la base de toda danza es el ballet clásico; hasta Michael Jackson para bailar como lo hacía estudió ballet clásico. He escuchado que el ballet como profesión no te da mucho dinero, y es mentira. Sí se puede vivir, y vivir bien.
-Se usa la delicadeza como argumento para burlarse de esta danza. Incluso, como signo de debilidad.
Muchos no se ponen a investigar sobre el tema. Tenemos que hacer fuerza, hacemos casi la misma preparación física o más que un deportista. El prejuicio viene desde la familia. El Perú puede ser uno de los países más ricos culturalmente y por esas personas que piensan así, no lo es.
-Tu novia es venezolana y ahí hay otro factor de discriminación. ¿Cómo lo afrontan?
También he sido víctima de xenofobia. Me confunden con que soy venezolano. Es vergonzoso, me han faltado el respeto muchas veces. También a mi novia.
-Es una pena que el Perú los trate así.
Pero solo por ese lado, porque desde que llegué, el Perú me ha tratado muy bien en todo. Amo y quiero al Perú. No me quedo con lo malo, sino con lo bueno.
-¿Cuál es la vacuna contra la discriminación?
A los padres y madres les diría que si a sus hijos les gusta el ballet, los dejen practicar y apóyenlos. Una persona se desarrolla mejor en lo que más le gusta.
-Y el ballet es un arte que se desarrolla desde niño.
Es bueno hacerlo desde pequeño, pero nunca es tarde para aprenderlo. Yo creo que se debería comenzar a los 6 u 8 años. A mí me tocó empezar a esa edad. Eso no quiere decir que menores de 9 a 12 no puedan comenzar. Si tienen el talento, les gusta y lo trabajan, pueden llegar a ser bailarines profesionales.
-Parte de tu familia vive en Cuba. ¿Cómo se está viviendo la pandemia en la isla?
Todos sabemos cuál es la situación en Cuba. Ellos no la están pasando mal, pero hay mucha escasez de alimentos y colas.
-¿Volverás a Cuba?
Volveré. Pero no quiero que ellos se sientan mal estando allá. Quiero que también tengan una buena vida. Uno escoge esta carrera porque la ama, pero también para sacar adelante a la familia. Yo quisiera sacarlos de allá. Ellos cuentan conmigo siempre.
AUTOFICHA:
- “Soy Brian Javier Gómez Isla. Tengo 22 años. Nací en La Habana, Cuba. Estudié ballet en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, que está entre las seis escuelas más prestigiosas del mundo. La carrera la estudié durante ocho años, desde los 8 o 9 años de edad”.
- “Nos graduamos como bailarines profesionales y maestros a la vez. Vamos a seguir dándole movimiento al arte, para que se aprenda e investigue sobre lo que está pasando; no solo sobre las clases de ballet y lo técnico, sino también acerca del maquillaje y la cultura del ballet”.
- “Llegué al Perú hace cuatro años, porque me invitaron para bailar Romeo y Julieta. Era la primera vez que visitaba Perú. A la directora y a los maestros les había encantado mi trabajo y me ofrecieron contrato. El Perú tiene futuro y potencial en el ballet. Y después de todo esto, habrá más potencial”.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
TE PUEDE INTERESAR
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD