Susana Baca grabó nuevo disco 'A capella' en su casa, en Cañete.
Susana Baca grabó nuevo disco 'A capella' en su casa, en Cañete.

canta a capela cuando cocina carapulcra. Lo hizo el último 24 de mayo para celebrar su cumpleaños número 76. Y A capella es el nombre de su reciente disco, que empezó a grabar hace exactamente un mes, en el estudio de su casa en Cañete y que ahora se puede escuchar en las plataformas digitales. Álbum que recoge memorables piezas como “Cardo o ceniza” y “Negra presuntuosa”, en el que solo habitan su suave (y cálida) voz y el silencio.

Cuando le entregaron el , hace 19 años, recibió medallas por todo el Perú. Una de ellas fue en el distrito de San Luis, en Cañete, donde aquella vez también le invitaron pisco, lo suficiente para arrancarle la promesa de mudarse a Santa Bárbara, anexo de San Luis, en la provincia sureña de Lima. Y cumplió.

Santa Bárbara tiene una cancha de fútbol y una plaza principal. Está compuesta por hileras de casas. La mayoría de sus habitantes ha llegado de Huancavelica y Huancayo, huyendo del terrorismo. Hay vacas y pasto, pero también arena, porque está cerca del mar. “Es un milagro, pero existe pobreza”, afirma la exministra de desde su hogar, mientras escucha el sonido de las olas y avista el vuelo de las gaviotas.

MIRA: Cine: 10 producciones que abordan el racismo

-El disco abre con “Yo vengo a ofrecer mi corazón”. ¿En él escucharemos tu corazón?

Por supuesto. Ha sido hecho de una manera muy especial. Cantar sin instrumentos no es una tarea fácil. Es la primera vez que grabo así.

-La voz sola podría ser signo de soledad y vulnerabilidad, pero también de fortaleza y autosuficiencia. ¿Qué representa para ti?

Es tomar el interior de tu ser, ingresar en él y de ahí salir para cantar. Creo que he logrado fortaleza en este disco.

-¿Encontraste algo que no sabías que poseías?

Bueno, ya con los años que tengo, me es muy grato ver que canto y toco el corazón de la gente. Aunque he sentido la ausencia de los músicos, vengo a ofrecer mi corazón con este disco.

-¿Grabar A capella ha sido un remedio para atenuar el aislamiento social?

Estaba entristeciéndome mucho. Las noticias son tristes. Vemos que nuestro país ha quedado muy vulnerable con esta pandemia, y se ha desnudado no haber hecho bien las cosas, como las construcciones de hospitales, haber abandonado el sector salud. Encerrada, me moría de pena. Y Ricardo (su esposo) me dijo: “Te veo angustiada. ¿Por qué no cantas?”. ¡Imagínate, dejé de cantar en esos días! Saqué canciones del baúl, como el poema de Federico García Lorca, “El lagarto está llorando”.

MIRA: Así será la temporada virtual de la Sociedad Filarmónica de Lima

"Canción de fe” podría ser un tema para este momento. ¿El futuro de la música hecha en el Perú lo ves con ese mismo optimismo?

Hay un gran desamparo de los músicos peruanos. Los artistas de este país estamos rezagados. En América Latina somos el único país con una Ley del Artista mal hecha. Le quitaron el seguro social de salud, la jubilación. ¿Te imaginas cómo estarán los artistas de las bandas de Jauja? ¿Cómo estarán las bandas de músicos de cumbia que tocaban todos los fines de semana? Los artistas somos unos parias en nuestro propio país.

-Y encima se tiene que lidiar con personajes como Richard Swing.

Me parece que lo están haciendo muy famoso a este señor (risas). No lo conozco y nunca lo he oído. Sí puedo opinar sobre el poco cuidado que se ha tenido para contratar a una persona para esas animaciones, con ese sueldo y completamente a dedo. Tenemos que hacer bien las cosas.

-Situación que se agrava con los constantes cambios de ministros en el sector cultural.

Ese ministerio tiene que ser reorganizado, tiene que nacer de nuevo. Lo hicieron para crear una cabeza de turco. Al Instituto Nacional de Cultura solo le pusieron el nombre de ministerio, sin el presupuesto debido. El turismo que tenemos en el Perú es cultural. Entonces, la cultura da réditos y el Estado tendría que invertir en cultura.

-Volvamos al disco. Lo cierras con “Gracias a la vida”. ¿A qué le das gracias?

Hay escenas muy hermosas, como los jóvenes que en sus edificios les dicen a los mayores que les van a hacer las compras; o cuando los trabajadores de la salud se van a la zona más terrible del país, que es Loreto, porque allá los necesitan. Ese es el Perú que nosotros queremos y agradecemos la existencia de estas personas. Agradecemos la existencia de los médicos, de los buenos policías, de la gente del Ejército, de todos los que nos cuidan. Y como dice la canción: “Así triunfaremos, contigo, Perú”. El triunfo es que no haya gente pobre, que no haya gente sin un medicamento. Y la celebración de la vida es celebrar el amor, la no violencia, que no exista discriminación y que los niños tengan un lugar especial.

-En este tiempo también convivimos con la muerte. ¿Cómo lo asimilas?

Soy una persona vulnerable. He pensado que, de pronto, me puedo contagiar. Y he pensado en la muerte porque no tengo escapatoria, soy una persona hipertensa, tengo diabetes, sufro de asma. Y la edad. Hay muchas cosas que me hacen vulnerable. De repente no me muero, y sería un milagro. Pero estoy viva y realmente agradezco estar viva para poder seguir pensando el país que quiero.

-El año pasado entrevisté al locutor argentino Lalo Mir, quien fuera conductor de Encuentro en el estudio, y me dijo que se quedó impactado cuando cantaste en su programa: “Me enamoré. Tiene un grado de seducción… Es hermosa, liviana, y te mira con esos ojos y sonríe… Es una genia. Encantadora”. ¿Y tú qué piensas de Susana Baca?

¿Yo? (ríe con ligeras y breves carcajadas). Yo pienso que soy una obrera de la música. Trabajo para ser mejor artista. Enriquezco mi alma y eso es lo que ofrezco en los escenarios.

AUTOFICHA:

- “Soy Susana Esther Baca de la Colina. Nací en Chorrillos. Tengo 76 años de edad. Cuando cumplí 75 años, hice una gran fiesta, que hasta ahora me acuerdo. Vinieron varios amigos: una amiga de Colombia, familia de Bolivia y Alemania. Los celebré a todo dar”.

- “No he llevado la cuenta de cuántos discos he publicado (ríe). A capella es un disco de 17 canciones. El silencio es el otro lado de la música, como la sombra y la luz, así decía Chabuca Granda. Ese silencio también tiene que ver con el poder oír tu voz”.

- “En este aislamiento he visto la película Historia de un matrimonio. También vi una con Robert Redford, donde, con un amigo, recorre las montañas. También he visto África mía. Estoy leyendo Los herejes de Leonardo Padura y un libro sobre la mujer de Pilatos, que es muy interesante”.

ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR

Tras varios años en la sombra, el grupo de ciberactivistas, Anonymous reapareció en redes sociales

TE PUEDE INTERESAR