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Yaquir Sato es un cocinerazo. Por eso, Costanera 700, el restaurante que heredó de su padre, don Humberto, una leyenda de nuestra gastronomía (y que administra junto con sus hermanos), sigue siendo uno de los mejores de la ciudad.

Y los Sato son generosos, y qué mejor cualidad que esa para Navidad. Por eso, han decidido ahorrarnos el duro trabajo de preparar la cena navideña y ofrecernos la calidad inmensa de su lechoncito al horno. Este tiene apenas tres semanas y es preparado siguiendo una técnica china. Sí, Yaquir, quien es nikkei, prepara su platillo siguiendo pautas cantonesas: solo agua y sal como todo condimento, y una cocción al horno por algo más de dos horas. El resultado, un lechón delicioso cuya piel es una crocante y la carne jugosa.

Las guarniciones son un cremoso puré de yucas y papas huamantaga, una salsa de miso panka y una ensalada fresca con aliño de la casa. Y para premiar a los comensales, el banquete –que cuesta US$ 180 y alcanza para seis personas– incluye una botella de un Luigi Bosca D.O.C, un buen vino argentino. También hay opcines criollas. Sea feliz comiendo en Navidad.