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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Lo cual implica que el Gobierno está paralizado, ya que los funcionarios debajo de los despachos –quienes por naturaleza son reacios a tomar cualquier decisión ante la posibilidad de un cambio– quedan absolutamente congelados.

Más aún, en esta ocasión, el mandatario anda buscando un reemplazo para el premierato, con lo cual todos los ministros tienen obligatoriamente que renunciar y solo algunos serán ratificados. Así que están más nerviosos que lo usual porque, hasta que efectivamente hayan jurado, ninguno tiene el cargo asegurado.

Incluso, no parece mala la intención de tener a un presidente regional como premier para tratar de solucionar algunos de los conflictos que han explotado. Con García hubo una situación similar. Yehude Simon fue designado por su aura de honestidad luego de que los 'petroaudios' fueran destapados y, al menos por algunos meses, mejoró la imagen del Gobierno, así que la jugada le dio resultados.

Sin embargo, para que pueda lograr algún impacto, es necesario que el nuevo premier sea alguien con experiencia y respetado. No puede nombrar a cualquiera solo por ser cabeza de una región. Santos lo es y a nadie, en su sano juicio, se le ocurriría nombrarlo.

Por otro lado, Humala no debe olvidar que los problemas son muchos y que no están limitados a Conga y a Espinar. Hay que agilizar a un Estado que está frenando inversiones, mientras que los sectores sociales tienen que empezar a mejorar. El país goza de una gran oportunidad para dar el gran salto, pero estamos perdiendo competitividad a diario.

Así que requiere de un buen director de orquesta y, si no lo encuentra, no debería sentirse presionado a efectuar un cambio apurado. Al final de cuentas, los más desesperados por que se nombre a un nuevo premier son, justamente, quienes de seguro van a boicotearlo.