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Salud.21: Las consecuencias de tener una mala pisada
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Los pies son una parte fundamental del cuerpo humano. Son la base de la locomoción y soportan todo nuestro peso. Aunque muchas veces no se le da la importancia debida, la forma del pie y la pisada son fundamentales, porque una mala práctica puede producir dolor y lesiones no solo en los pies, sino también en los tobillos, rodillas, caderas y hasta en la columna.
Agni Trujillo, especialista en Medicina de Rehabilitación del Instituto del Pie, dijo a Perú21 que la mayoría de pacientes que llega a un consultorio por dolor en el pie, ya sea en las plantas, los talones o en la parte anterior, ya tiene algún tipo de lesión o alguna deformidad.
Explicó que ello se debe a varios factores, como por ejemplo el tipo de pisada de la persona, que puede hacer un movimiento anómalo maltratando las estructuras que están alrededor. “El movimiento de talón hacia adentro y afuera o de un lado al otro hace que el pie busque una compensación. Como eso demanda mucha energía, a la larga afecta las estructuras, las agota, las deforma y por eso el pie duele”, precisó.
Trujillo alertó que esto puede dar lugar a la fascitis plantar, que es la inflamación del tejido que une el talón con los dedos del pie y que puede causar desde dolor punzante hasta pequeños focos de destrucción del tejido e incapacidad para caminar.
Pero además, el uso de zapatos demasiado planos también puede afectar el tejido entre el arco del pie y el tendón de Aquiles. Por eso, Trujillo aconseja que los zapatos tengan siempre un poquito de taco. “Pero solo una pequeña cuña que haga que la zona del talón no cargue tanto peso y se equilibre con la parte de adelante”, indicó.
La experta refirió que la mala pisada también puede dar lugar a deformaciones más graves. “El pie se va deformando para adaptarse al tipo de marcha y así sufrir menos, pero cuando las estructuras musculares tratan de compensar la mala pisada pueden vencer su límite de resistencia y hasta la elasticidad de los huesos, dando lugar a los juanetes, el ensanchamiento de los pies o los dedos en forma de garra”, dijo.
En estos casos, Trujillo recomendó acudir a un especialista para examinar el mecanismo y tipo de marcha y de pisada y revisar el tobillo, rodilla, cadera y hasta la columna. “El especialista armará una plantilla ortopédica con indicaciones que compensen y corrijan la marcha. Aunque con eso puede haber una mejora notable, en el dolor y en la remodelación anatómica del pie, hay casos de deformaciones más graves donde este tratamiento debe ser acompañado de una cirugía”, manifestó.
PREVENCIÓN
Para prevenir esta situación, Trujillo indicó que es importante cuidar la marcha y los pies desde las primeras semanas de vida. En ese sentido, señaló que los niños deben gatear mucho, pues es fundamental para que más adelante tengan una marcha alineada. Asimismo, dijo que los andadores no deben ser usados porque deforman los pies del niño, al impulsarse de puntas, y también debe evitarse poner a los pequeños en los “corralitos” porque, al buscar agarrarse para estar de pie, se favorece el desarrollo de los miembros superiores en detrimento de la maduración de los pies.
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