El estrés puede definirse como un conjunto de reacciones que generan cambios en el organismo para que las personas puedan manejar amenazas o situaciones de mucha presión. Puede ser positivo porque hace que el cuerpo alcance un nivel óptimo de alerta y opere de la mejor manera en situaciones extremas, pero si se presenta con insomnio, pérdida de apetito, tensión muscular y ansiedad, puede ser muy perjudicial, pues puede llegar a causar una enfermedad crónica.
La advertencia fue hecha por Miguel Vidangos, médico internista de Sanna San Borja, quien explicó que generalmente la sobreexigencia del cuerpo, ya sea en el trabajo, en la vida familiar o social, puede generar alteraciones físicas que, a la larga, desarrollan una enfermedad crónica que avanza en silencio.
“Cuando los primeros síntomas atacan, el cuerpo reacciona compensando y así el problema pasa desapercibido, hasta que llega un punto en el que el organismo se agota”, manifestó.
El médico explicó que cuando una persona tiene estrés, lo primero que siente son contracturas musculares que muchas veces se asientan en la región cervical, haciendo que la persona tenga dolores de cabeza y de cuello. Si el cuerpo sigue sometido al estrés, este dolor de cuello puede desencadenar cuadros de vértigo, así como la aparición de la parestesia, que es cuando las personas sienten que el ojo les late, la cara les hormiguea o las manos le queman.
“Pero el estrés genera también ansiedad y lleva a la persona a extremos: o te da mucho sueño o te quita el sueño, te pone hiperactivo o decaído, o te da mucho apetito o te lo quita”, aseveró.
Precisamente en este último caso, las personas que comen por ansiedad y a deshoras pueden desarrollar obesidad y con ello el síndrome metabólico, que conlleva a enfermedades como diabetes, hipertensión o dislipidemia.
Asimismo, puede desarrollar trastornos digestivos, como gastritis y colon irritable.
Para superar esta situación, Vidangos recomendó identificar la causa que lleva al estrés y tratar de buscar soluciones a esa situación. “En el caso de los problemas cuya solución no depende de las personas, se debe trabajar en la aceptación y si es necesario, no debemos dudar en buscar ayuda profesional”, anotó.