Desde hace aproximadamente 26 años, la celebración de los zurdos se popularizó por todo el mundo. Es así que, en el contexto del día mundial del zurdo —que se conmemora el 13 de agosto— nos asaltan distintas dudas acerca de qué tan distinto es usar más la otra parte del cuerpo.
A lo largo del tiempo se han generado muchos mitos y revelado verdades acerca de tan peculiar característica. La psicóloga Pamela Conde nos aclara varios mitos y verdades que se han escuchado y creído durante mucho tiempo.
Son una minoría de la población. Los zurdos representan entre un 8 y 13% de la población mundial. Sin que se sepa la razón. Distintos estudios han demostrado que existen más varones zurdos que mujeres. Tampoco se ha podido determinar el por qué una persona nace siendo zurda.
Sí puede ser hereditario. Si ambos padres son zurdos, hay un 50 por ciento de probabilidad de que sus hijos también lo sean. En cambio, si ambos padres son diestros, las posibilidades de ser zurdo se reducen a solo un 2%.
Es verdad que solo un 50% de la población total zurda usa el mouse de la computadora con la mano izquierda, mientras que un 68% utiliza la derecha para las tijeras y un 74% por ciento sostiene un cuchillo con su mano derecha para comer.
No son más creativos. Si bien el dominio de los hemisferios es cruzado, ningún ser humano usa más una parte del cerebro que otra. Este mito fue fundamentado porque se relaciona más la parte derecha del cerebro con las emociones y la imaginación. Hay zurdos creativos, pero diestros también.
Es mentira que las personas zurdas sean más propensas a sufrir afecciones del sistema inmunológico. Muchos lo relacionan directamente con enfermedades tiroideas e inflamatorias del intestino. Este dato es falso, ya que en 1994 Philip Bryden -un experto en historia de la psicología- desmintió esta teoría tras analizar un total de 89 estudios, en los que habían participado más de 21 mil pacientes.
Tampoco es verdad que la gente zurda viva menos: Este cruel mito ha sido desmentido más de una vez. La razón de su “difusión” fue por un estudio en los años 90' de la Universidad de Columbia Británica y San Bernardino, que aseguró que los zurdos vivían nueve años menos que los diestros. Pero tiempo después se demostró que los resultados fueron fraguados.