Elsa Bazalar y Christian Pacheco decidieron casarse cuando él tenía 28 años y ella apenas 18. La pedida de matrimonio fue en Cusco y la boda se realizaría en el , distrito en el que crecieron y se enamoraron.

No la tenían fácil: vivían en la casa de los padres de ella, tenían que pagar los gastos de la boda y por último, independizarse lo antes posible para vivir plenamente su relación.

(Renzo Salazar / Perú21)
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Por aquel entonces, él trabajaba como analista web y ella cursaba los primeros ciclos de la carrera de administración, por lo que conseguir ingresos era complicado. Afortunadamente, el talento de Elsa para la pastelería ya había sido reconocido por varios familiares y amigos, y Christian lo había notado. 

"Un día llegamos a casa y no teníamos llave. Mientras esperábamos en la escalera a que mis padres regresaran, Christian me propuso tener nuestro propio negocio de tortas", cuenta Elsa, quien reconoce en su esposo la confianza y la fortaleza que necesitaba para iniciar , una pastelería en línea especialista en tortas, bocaditos dulces, salados y decoración de mesas.

(Dulce Camino)
(Dulce Camino)

La creatividad de Elsa para elaborar tortas de diferentes modelos y la habilidad de Christian para posicionar el negocio en las redes sociales y en Google permitió que la pequeña empresa crezca rápido. Al inicio fue complicado. No sabían qué precios manejar, recién estaban estudiando el mercado y las primeras críticas aparecieron.

"Varias veces he querido tirar la toalla, pero Christian siempre ha estado a mi lado. Fue en los momentos más difíciles que me di cuenta que esto es lo mío, que esto es lo que me gusta", cuenta Elsa.

"'Dulce Camino' es muy diferente a ir al supermercado y comprar una torta cualquiera. Para nosotros, detrás de una torta hay un trabajo inmenso de investigación, de elaboración y de paciencia. A veces una sola torta nos puede llevar todo el día, a veces no dormimos para culminarla... pero lo hacemos juntos", complementa Christian.

Más que un negocio

Con los ingresos de 'Dulce Camino' la pareja pagó los gastos de su matrimonio, un evento que recuerdan con nostalgia y que fue posible gracias a ambos. Pero no solo eso. Con las ganancias continuaron invirtiendo en el proyecto: renovaron sus equipos, destinaron un espacio especial dentro de su departamento para la elaboración, preparación, empaque y almacenamiento de tortas, y lo más importante: pagaron los estudios de Pastelería y Panadería de Elsa.

(Dulce Camino)
(Dulce Camino)

Este último esfuerzo tuvo su recompensa. Elsa egresó de la carrera en el Instituto Nova como primer puesto de su promoción, una satisfacción que la motiva a continuar con 'Dulce Camino'.

(Renzo Salazar / Perú21)
(Renzo Salazar / Perú21)

"Cada torta que hago trato de hacerla con lo mejor de mí, con cariño. Siento que voy a entregar una parte de mí. Me gusta ver a mis clientes felices recibiendo su torta. Tengo clientes que me hacen pedidos súper grandes, que me recomiendan, que ya tienen conmigo hasta seis pedidos", cuenta entusiasmada. Razones para estar satisfecha le sobran.

Las tortas de 'Dulce Camino' son totalmente caseras. No usan saborizantes artificiales, todos los ingredientes son frescos y preparados por ellos mismos. Además, cada trabajo está totalmente personalizado al gusto del cliente. La pareja sabe que las ocasiones especiales no se confían a cualquiera y por eso trabajan para brindar lo mejor.

(Renzo Salazar / Perú21)
(Renzo Salazar / Perú21)

"Apuntamos a que la experiencia sea plena. Por eso hacemos entregas a cualquier lugar de Lima y Callao, llegamos hasta donde nos necesiten, nuestros precios incluyen movilidad. Queremos que los clientes entiendan que nuestras tortas no son tortas cualquiera. Están hechas con mucho cariño, como si estuviésemos haciendo el pedido para un familiar o para nosotros mismos", cuenta Christian, quien no oculta en sus ojos el orgullo que siente hacia su esposa. 

Si quieres conocer a detalle los servicios de 'Dulce Camino', contáctate a través de su , su o al teléfono 950 150 434.