La imagen está intacta en sus recuerdos. Marcó lo que sería su destino y cada uno de sus días. Harrysson Neira era un niño y viajaba a Culebreros (Piura) para ver a su abuela. Ella lo recibía con café, café que había cosechado en el patio de la casa, que tostaba en un perol de barro y que molía en batán. Un día cualquiera de abril, Harry nos cuenta que quiere llevar el concepto de cafetería peruana de especialidad a Nueva York, Tokio y diversas ciudades del mundo.
"La influencia de mi abuela es bien fuerte", comenta. Neira Café Lab, el pequeño espacio que ha creado en la calle Enrique Palacios 1074, en Miraflores, permite a los clientes vivir la experiencia del café de especialidad peruano al máximo: "Este modelo lo queremos importar. Pensamos en llevar el café al interior y al mundo entero". Neira tendría este año otro local, ahora sí más amplio y con un toque más peruano. Neira Café Lab es un laboratorio, donde podemos encontrar a los baristas tostando café, indagando en los misterios del grano, explorando sabores. El lugar es minimalista, se respira café, y nada distrae tu atención: así lo planeó Harry. Se proyectó en un cliente #coffeelover, loco por la cafeína.
Neira busca la trascendencia, por eso palabras como 'boom' o 'moda' resultan imprecisas para hablar de su sueño y de lo que está pasando con el café peruano. Sin embargo, reconoce que hay determinados hitos que muestran un incremento en el consumo de esta bebida. Cita la llegada de Starbucks, que trajo al Perú la tendencia de la cafetería como lugar de reunión y trabajo. Otros dos momentos importantes: La premiación de Wilson Sucaticona y su poderoso café en 2010; y los concursos de baristas que comenzaron a realizar la Central de Café y Cacao.
A los 28 años, once dedicados completamente al café, Neira busca que el Perú se posicione por su café en medio de esta euforia gastronómica que vivimos. "Queremos promover el consumo, posicionar al Perú como país cafetero y no solo como un país de cebiches. Dentro de la culinaria buscamos que el café deje de ser un simple complemento", dice Harry Neira con ilusión y firmeza.
"En el Perú hay mucho que descubrir y eso es maravilloso. Hoy no sabemos nada de café", afirma Neira, un niño explorador que sale de Lima en busca de café y experiencias para compartir.