En la actualidad, los ejecutivos enfrentan múltiples desafíos en torno a su salud mental, exacerbados por el acelerado ritmo de los negocios, la constante disponibilidad tecnológica y la presión por cumplir objetivos. La productividad laboral en América Latina se ve seriamente afectada si no se promueve el cuidado de la salud mental.
Según estudios, los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad pueden reducir significativamente la capacidad laboral. En promedio, estos trastornos están asociados con una reducción del 20-30% en la productividad, principalmente a través del "presentismo" (ir al trabajo, pero sin rendir al máximo) y el ausentismo.
En el caso específico de la depresión, se estima que las personas afectadas pueden llegar a perder el equivalente a entre 18 y 32 días laborales anualmente, ya sea por falta de concentración o incapacidad para desempeñar sus funciones adecuadamente.
A nivel global, esta situación representa una pérdida económica considerable, siendo el costo estimado de días laborales perdidos, en el caso de Europa, por ejemplo, del 3-4% del PIB.
Según Bruno Drago, profesional de la salud mental masculina, estos son los retos principales a los que los ejecutivos se enfrentan en el mercado laboral.
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Sobrecarga laboral y estrés crónico: El ritmo frenético de los negocios está llevando a muchos ejecutivos a sufrir estrés crónico. Según un informe de Lyra Health, el aumento del agotamiento y el burnout provocó un crecimiento del 12% en ingresos hospitalarios en 2023.
En este caso, las empresas deben promover programas de bienestar integral, ofreciendo apoyo psicológico, coaching para la gestión del estrés y permitiendo pausas laborales para desconectar.
Dificultades para desconectar: El uso omnipresente de la tecnología ha llevado a que los ejecutivos estén disponibles las 24 horas del día, lo que les impide separar el trabajo de su vida personal. Esto agrava la fatiga emocional y el riesgo de ansiedad. 6 de cada 10 ejecutivos tienen dificultades para desconectarse fuera del horario laboral, lo que impacta en su productividad y bienestar personal.
Se deben implementar políticas de desconexión digital, estableciendo horarios claros de trabajo y promoviendo el respeto por los tiempos de descanso fuera del horario laboral.
- Carencia de propósito: La presión por cumplir con metas financieras puede hacer que los ejecutivos pierdan de vista el propósito detrás de su trabajo. Esta desconexión emocional contribuye al agotamiento. La falta de alineación entre los valores personales y los objetivos corporativos fue uno de los principales factores de insatisfacción laboral.
- Falta de apoyo emocional: Muchos ejecutivos se sienten aislados en sus roles de liderazgo, sin un espacio seguro donde expresar sus preocupaciones. Esta falta de apoyo emocional puede llevar a trastornos graves como la depresión, especialmente cuando los líderes no tienen redes de apoyo confiables.
- Falta de tiempo para la introspección: La rutina diaria y las demandas constantes del negocio dificultan que los ejecutivos encuentren tiempo para la reflexión personal y el autocuestionamiento. Sin estos momentos de pausa, las decisiones pueden volverse impulsivas y la visión a largo plazo se ve comprometida.
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