Es cierto: confesar una infidelidad no es una tarea sencilla. Hay que tener valor para ponerte frente a tu amad@ y contarle tu 'desliz'. Se debe pensar mucho antes de hacerlo y tener en claro que la persona que ha sufrido la traición terminará muy dañada.
La típica imagen de esta situación –la que quizá muchos tengan grabada en su mente– es la de un hombre hablando y la de una mujer con la cabeza gacha. ¡Falso! Las cosas han ido cambiando en los últimos años.
De acuerdo con la psicoterapeuta Evelyn Bezada Lozano, del Instituto Guestalt de Lima, cuatro de cada 10 personas que atiende diariamente por este problema son mujeres.
Entonces, ¿por qué se sigue pensando que ellos son los más infieles? Según Bezada, la razón es que las mujeres saben ocultar muy bien a sus amantes.
MARCAS DE GÉNERO¿Y cómo reaccionan ante la traición? El hombre engañado –dice la especialista– actúa con furia, amenaza a su pareja o, simplemente, se muestra indiferente (lo que no significa que no le duela). Se siente herido en su orgullo.
En cambio, la mujer se deprime, llora y hasta se culpa de lo ocurrido. En ocasiones se obsesiona con conocer a la rival para enfrentarla. Este es un gran error. Lo mejor para su estado emocional –opina Bezada– es no ponerse en tal situación.
¿ATADA A UN INFIEL?Es muy complicado recuperar la confianza luego de que se ha producido una infidelidad, más aún si la pareja tiene hijos. Antes, las mujeres aceptaban al traidor "por los hijos", pero esto ya no es así.
Según la psicoterapeuta, la esposa de antes no se separaba de su pareja por "el qué dirán". Hoy, en cambio, llega a divorciarse porque es más autónoma, explica.
"Las mujeres se sienten más independientes (tanto en la economía como en el aspecto emocional). Y entienden que no necesitan a un hombre a su lado para que las ayude a criar a los hijos. Han entendido que no tienen excusas para vivir atadas a un hombre infiel", sostiene Bezada.