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Redacción PERÚ21

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El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, almirante José Cueto, lamentó , que acabó con la vida de cinco militares, y reconoció que el Perú mantiene una guerra con los remanentes de Sendero Luminoso.

Tras analizar la situación de las Fuerzas Armadas en la zona, Cueto admitió que, al no contar con el apoyo de los pobladores locales, la lucha contrasubversiva se complica, ya que en la mayoría de casos estas personas sirven de informantes a los subversivos y a los narcotraficantes que los financian, ante la casi nula presencia del Estado en el valle cocalero.

El almirante explicó que, mientras la población brinde datos sobre los operativos y movimientos de las fuerzas del orden, los narcoterroristas tienen ventaja y tiempo para cubrirse* y emboscar a las patrullas.

En ese sentido, dijo que la nueva estrategia para enfrentar al narcotráfico apunta a revertir esta situación y a recuperar la adhesión de la población,* aunque admitió que será una tarea compleja.

Cueto sostuvo también que el enfrentamiento en la base de Mazángaro, en la región central de Junín, dejó senderistas muertos, aunque es difícil determinar cuántos pues el grupo armado entierra a sus caídos en fosas para ocultar sus bajas.