El reconocido chef afirmó ayer, en una entrevista al diario español La Vanguardia, que no tiene ninguna aspiración política. Explicó, al ser consultado al respecto, que tiene "la mejor vida que alguien que ha nacido para ser cocinero pueda soñar" y "no se puede pedir nada más".

"Tengo cariño, que es lo más importante, tengo la oportunidad de representar a mi país, de crear oportunidades para otros cada día. Tengo la oportunidad de tener tiempo para estar con mis amigos y beberme en una terraza dos pisco sour como premio a la labor cumplida durante la semana", señaló.

"Tengo una vida en la que no se puede pedir nada más, porque ocupa todos los roles: la amistad, el amor, la familia, la sociedad, tu trabajo, todo gira ahí", añadió.

Acurio consideró que la política "saca lo peor de las personas" y que para ser político hace falta "una dosis de mesianismo" de la que él carece.

"La política divide, confronta, es una lucha por el poder donde muchas veces tienes que ceder mirando a un costado por el bien común. Cosas que un cocinero no entiende y no está dispuesto a hacer. Por un lado tienes la cocina que saca lo mejor de las personas porque las conecta con sus momentos más bonitos y por el otro tienes la política que saca lo peor de las personas cuando se enfrentan políticamente", expresó a La Vanguardia.

"¿Cómo puedo yo, teniendo este mundo, querer el otro? Para ser político hace falta una dosis de mesianismo, esa dosis de vanidad que no tengo", remarcó.

Como se recuerda, hace una semanas el chef peruano fue condecorado con la Orden del Sol en Grado Gran Cruz por el presidente Martín Vizcarra en reconocimiento a su importante aporte a la gastronomía peruana.

Acurio recibió la condecoración a nombre de "la gran familia de cocineros peruanos". "No solo los cocineros de los grandes restaurantes, sino a los de las calles, de las esquinas, de los restaurantes", mencionó en aquella oportunidad.

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