“Es una especie de Montesinos”, ha dicho Víctor Andrés García Belaunde sobre Darwin Espinoza. “Él chantajea, graba y toma fotografías”, explicó. Según el exparlamentario, fue así como el hoy vocero de lo que queda de Acción Popular se encaramó sobre la lampa. Así, según dice, ha manejado la bancada. Ofreciendo trabajos, grabando y extorsionando. “Él es la escoria del partido”, dijo. “Es un caradura y un cínico”. Más aún: el audio de la entonces presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, que se filtró en junio de 2022, habría sido grabado por el propio Espinoza.

El incidente coincide con lo que ha contado Alva, quien admite que descuidó la bancada durante el tiempo en que ejerció sus funciones en la presidencia del Congreso. Sin embargo, las señales estuvieron siempre ahí. Por ejemplo, cuando quisieron sabotear la moción de censura de Alva. “He recibido más apoyo de la izquierda muchas veces que de la misma bancada”, dijo Alva en una entrevista reciente, aludiendo a cómo algunos parlamentarios de Perú Libre incluso votaron en abstención. “Si fuera la votación por una comisión, lo entiendo”, agregó García Belaunde. “Pero para la vocería no puedes ganar por un voto. Tiene que haber un consenso o mayoría calificada, una mayoría muy grande. La gente se siente indignada de que una persona tan cuestionada y señalada por la Fiscalía y colaboradores eficaces los represente”, anotó. Eso explicaría la animadversión hacia esta votación en particular. Y también resolvería el misterio de por qué este caso fue la gota que derramó el vaso repleto de agua en el viejo partido.

El problema se remonta ocho años atrás, cuando el partido dejó de tener una dirigencia. Y siendo, además, un partido sin dueño, la lampa estaba a la deriva. Sin embargo, el relativo éxito de la marca hizo que de alguna manera el partido se las arreglase para subsistir. Ya se sabe: nada une tanto como el poder. En las elecciones regionales y municipales de 2014, Acción Popular perdió sus gobiernos regionales, pero ganó cuatro alcaldías provinciales y 58 alcaldías distritales. Y en las elecciones presidenciales de 2016, el fenómeno Alfredo Barnechea consiguió cinco escaños, a pesar del chicharrón. En las elecciones regionales y municipales de 2018, en cambio, recuperaron tres gobiernos regionales, obtuvieron 13 alcaldías provinciales y se hicieron de 118 alcaldías distritales. Aquel año, el arrastre de Jorge Muñoz en la alcaldía de Lima fue un fenómeno inesperado. En el año 2021, la candidatura de Yonhy Lescano metió a los 16 congresistas que arrancaron en el actual Parlamento. Y ya en las elecciones regionales y municipales de 2022 la cifra bajó a 61 alcaldías distritales, tres alcaldías provinciales y ningún gobierno regional. Nada mal para un partido sin dirigencia ni dueño millonario.

“Los comités electorales no han puesto bien el filtro”, dijo una joven correligionaria treintañera. “Es un tema de no saber tener equilibrio entre ser democráticos y poner orden y disciplina”, agregó. Y es que en un inicio la sangre nueva parecía renovar al viejo partido. “Tienen un promedio de 34 años y no han conocido a Fernando Belaunde Terry”, dijo Alva en un programa de televisión, sin darse cuenta de que ese no era el mayor problema de este nuevo grupo. Porque, si bien se critica a los ‘Niños’, los nuevos rostros fueron aceptados por la realpolitik de los votos. Y más de una vez, como lo demuestra el que hayan aceptado a Darwin Espinoza luego de que este y su hermano hayan sido anteriormente expulsados. Este fenómeno ‘infantil’ bien podría reproducirse en otros partidos tradicionales que no tienen dueño, como lo ha demostrado Fernando Rospigliosi en su artículo ‘¿Los ‘Niños’ del APRA?’. Son los problemas que suscita el mal menor de tener ‘un militante, un voto’. “Un partido sin dueño depende mucho de tener una dirigencia para que funcione bien”, explicó la joven militante. “Ya se veía venir todo lo malo cuando en las últimas elecciones municipales ni pudimos inscribir precandidaturas por nuestra propia negligencia. De ahí, como ya se acostumbraron a que es tierra de nadie, se han postulado los que han querido y los comités electorales no han puesto bien el filtro”, subrayó. “Ojo que ahí también entra el JNE, que no saca (de carrera) a personajes con varias denuncias pero sí a un candidato que no registró su moto de 1993″, matizó otro joven corregilionario. Y puso ejemplos: “Doroteo había mentido en su hoja de vida y no fue hasta que ganó que lo sentenciaron”. Por su lado, Darwin Espinoza se hizo conocido por hacer una campaña sucia, con insultos y ataques. Una de sus víctimas fue la también joven corregilionaria Isabel Manrique López, exasesora parlamentaria y actual funcionaria de la PCM.

La voz de los jóvenes es elocuente. La defensa de Darwin Espinoza ha ido por ahí. “Tengo 22 años en Acción Popular y el partido no es una monarquía”, ha dicho, en clara alusión a los Bedoya y los Alva. Los siete acciopopulistas, siendo generosos con el término, se mantienen en sus trece y han firmado un comunicado. Ellos son Wilson Soto, Raúl Doroteo, Jorge Flores, Hilda Portero, Elvis Vergara y el vocero Darwin Espinoza. No descartan, sin embargo, tender puentes con algunos de los disidentes que no pertenezcan al círculo de Alva. Saben que necesitan esos votos a como dé lugar.

“Ellos han entrado para saquear el partido y vender votos”, explica García Belaunde sobre los ‘Niños’. “Él (Darwin) por dignidad, vergüenza y amor propio no debió postular a ese cargo. Él buscó ese cargo para defenderse mejor, pero no debió sacrificar al partido”. Mesías Guevara, por su lado, ha aprovechado para jalar agua para su molino. “La bancada de Acción Popular hace tiempo que ha implosionado”, ha tuiteado. “Hoy renuncian porque intentan limpiar su imagen. Siempre actuaron lejos del partido pero la huella de ‘mochasueldos’, ‘Niños’ y seguidores de la Derecha Bruta y Achorada no la podrán borrar”, sentenció.

Los memoriosos recuerdan un antecedente con Acción Popular Socialista, donde militaron Gustavo Mohme Llona, José Navarro Grau, Benjamín Doig, Mario Villarán y Edgardo Seoane. Pero, aunque muchos de ellos se entregaron a la nefasta dictadura velasquista, lo hicieron por ideales (equivocados o no) y no por prebendas, y he ahí una gran diferencia.

Al cierre de edición, los renunciantes conformaban la segunda agrupación más grande del Congreso: la de los no agrupados. 17 legisladores que tampoco pueden verse entre sí. Todo un récord para estos tiempos de mitosis congresal y atomización partidaria. No podrán integrar ninguna otra bancada salvo que renuncien a su partido. Se prevé que algunos lo harán, mientras que otro grupo seguirá votando junto con los ‘Niños’. Alva, por su lado, ha adelantado que no renunciará ni integrará ninguna bancada. Tampoco tendrá voto en comisión alguna. Fuerza Popular (Producción) y Podemos (Ciencia, Innovación y Tecnología) presidirán las comisiones que perdió Acción Popular.

La última esperanza para Acción Popular son las cuatro denuncias constitucionales que presentó la Fiscalía y que están en poder de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales. Ha trascendido que estas sí tienen elementos probatorios. Por su lado, Edmundo del Águila ha anunciado que el Tribunal de Disciplina verá la expulsión de los ‘Niños’. Tema para debatir en el plenario del 19 de agosto.

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