En cuanto a ese 95% que cree que, al igual que María Cordero Jon Tay, los otros congresistas denunciados también deben ser suspendidos para ser procesados, no es relevante que haya un cambio solamente cosmético, en general tiene que haber consecuencias. Si algo positivo trae la respuesta es que la dinámica de ‘roba y hace obra’ habría pasado y hay una mayoría muy importante que cree que los congresistas que habrían cometido delito deben ser sancionados; eso pudiera significar un cambio, que la ciudadanía, harta ya de casos de corrupción, opte por opciones que garanticen alguna rendición de cuentas mínima.