Debates concluyeron y ahora les toca decidir a los electores

En declaraciones a Perú21.TV, Gonzalo Carranza, director de Llorente y Cuenca, manifestó que en la primera ronda de los debates, el que tuvo un buen performance fue Alberto Beingolea (PPC). En torno al desempeño de Hernando de Soto (Avanza País), reflexionó que “un candidato que va puntero no se obsesiona con uno que está al último”. El comentario fue por el encontrón aparte que De Soto tuvo con el expresidente Ollanta Humala (Partido Nacionalista).

La tercera y última jornada contó con la participación de Yonhy Lescano (Acción Popular), Julio Guzmán (Partido Morado), Daniel Salaverry (Somos Perú), Rafael Santos (Patria Segura) y Rafael López Aliaga (Renovación Popular), quien intentó generar, días previos, expectativa sobre su participación en el debate criticando a los moderadores y el formato, pero apareció y mostró sus flancos débiles.

Muy lejos de su comportamiento altanero en campaña y en entrevistas complacientes en sus medios aliados, López Aliaga se mostró nervioso. Asimismo, siempre leyó accidentadamente sus propuestas sin profundizar cómo las lograría. El candidato, que en los últimos días acosó a la periodista Mónica Delta, leyó su postura sobre la violencia contra la mujer, posición que extrañó por sus recientes antecedentes.

“Sorprende que todo su discurso y mucha práctica en su vida la haya cambiado en un día para un debate”, dijo Guzmán ante un López Aliaga que solo levantaba la cara para concluir sus oraciones. Guzmán también criticó que solo se enfocara en leer.

Las pullas al candidato morado llegaron desde Santos, quien dejó de lado sus propuestas. Le recordó a Guzmán su investigación en el caso Odebrecht. Asimismo, sus ataques se dirigieron a Salaverry y Lescano.

“A estas alturas del debate, ya tenemos claro que Santos es el chaleco de López Aliaga. Son del mismo vientre de alquiler”, dijo Guzmán, quien fue amonestado y se le llamó la atención por parte de los moderadores.

Lescano, desde su podio, exclamó a viva voz su labor como congresista resaltando su lucha contra la corrupción. Además, volvió expresar su postura de producir las vacunas contra el COVID-19 en el país y que comprará un satélite para Internet.

Desde el inicio, el acciopopulista sostuvo que no respondería a ataques; empero, pisó el palito en la dupla que le tocó contra Santos, quien aludió que es solo bachiller y no tenía doctorado para enseñar en una universidad pública.

En la dupla con López Aliaga, Salaverry le encaró sus vínculos con George Soros y “sus socios fujiapristas”. Su comportamiento fue también amonestado.

Ante ello, el candidato de Renovación Popular llamó la atención de los moderadores exigiendo que intervengan “porque es un delito lo que hace el señor (Salaverry)”. Solo en este punto dejó los papeles y le recordó al líder de Somos Perú sus vínculos con “su socio”, el expresidente Martín Vizcarra, y el caso Richard Swing.

También participó Ciro Gálvez (RUNA), pero de forma remota debido a que se recuperaba del COVID-19. En sus primeras intervenciones, se notaba su esfuerzo para poder hablar a causa de los rezagos de la enfermedad. No obstante, ello no impidió que concluya la mayoría de sus propuestas en quechua.

- En los tres días de debate participaron 17 de los 18 candidatos a la Presidencia. José Vega (UPP) se retiró haciendo referencia al condenado por homicidio por el ‘Andahuaylazo’, Antauro Humala.

- Los términos y formatos de los debates organizados del JNE fueron analizados y acordados entre los 18 partidos participantes en las elecciones.

- El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Salas, aseveró que su institución ha cumplido con brindar a la ciudadanía un espacio para conocer las propuestas de los postulantes.

Este ha sido un debate más movido que la jornada anodina del martes. En términos de carisma, mensaje y recursos, quien ha llevado la sorpresa fue Ciro Gálvez porque trabajó de manera remota. En términos de propuesta, Julio Guzmán planteó las cosas más claras; empero, sus modos de acercarse y forzar una actitud hizo que se vea un poco falso.

Quien ha desaprovechado plantear algo claro es Rafael López Aliaga, quien se mantuvo leyendo su texto y en un caso leyó lo mismo dos veces. Exhibió serias limitaciones. En tanto, a Yonhy Lescano lo sentí flotando, a Daniel Salaverry acudiendo a su experiencia parlamentaria. Y la presencia de Rafael Santos fue muy forzada, parecía que tenía una cuestión obsesiva con Lescano, Salaverry y Guzmán, recurriendo a un guion de incomodarlos.

Si habláramos en general de los tres debates, el primer lugar en el podio lo ocuparía Alberto Beingolea, el segundo Verónika Mendoza y tercero Ciro Gálvez. Y si fuera el antipodio, el primer lugar lo ocuparía López Aliaga, Hernando de Soto y el último, Rafael Santos.