Carlos Meléndez: “La segunda vuelta es una campaña antivotos” [VIDEO]

Ante un casi confirmado balotaje entre Pedro Castillo (Perú Libre) y Keiko Fujimori (Fuerza Popular), conversamos con el politólogo Carlos Meléndez para analizar lo que nos dejó esta primera vuelta y las razones que llevaron a los electores a elegir estas dos opciones.

-¿Cuál es su impresión de los resultados de esta primera vuelta?

Que los que alcanzaron las primeras minorías en la elección presidencial son aquellas agrupaciones que tienen una lectura del mundo popular. Ya sea un mundo popular de izquierda, pro-estatista, pero conservadora en lo social, o un mundo popular más urbano, pragmático, pero de derecha. Son candidaturas que llegaron a un pueblo fragmentado porque, además, hemos visto que ha sido una campaña en donde el electorado terminó polarizándose. En los últimos años las crisis políticas han cobrado factura del electorado del centro, que era el gran predominante. Se terminó cediendo terreno al electorado en los extremos. Hay muchos peruanos que se reconocen hoy en día como de extrema izquierda o extrema derecha. Esa me parece que es la principal novedad.

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-¿Por qué Pedro Castillo logró capitalizar un voto de izquierda que no pudo tener Verónika Mendoza o Yonhy Lescano?

Porque fue una propuesta electoral de izquierda en lo económico, como Verónika Mendoza y Yonhy Lescano, pero conservadora en lo social. Mientras Mendoza tiene un discurso feminista y a favor de las diversidades e identidades sexuales, Castillo tiene un discurso en contra de la ideología de género, en un país mayoritariamente conservador. Ese conservadurismo fuerte en el interior del país le permitió tener un primer colchón. Además, hizo una estrategia del ‘campo a la ciudad’. Comenzó ganando terreno en algunas zonas específicas del país y radicalizó alguna de ellas. No estamos hablando del sur radical solamente, también de un centro radicalizado en los últimos años. Dejó Lima para las últimas semanas. Su llegada al cierre de la campaña fue con un “halo triunfal”. Recién comenzó a mostrarse en las encuestas porque su llegada a las ciudades principales fue en el último tramo.

-Mendoza perdió también en Cusco, su ciudad. ¿Hubo un error de ella por leer mal a sus electores?

Terminó moderándose antes de tiempo. Ante un electorado polarizado, lo que resulta funcional es que le hables a tu nicho. Mendoza tenía los recursos para tener mayor apoyo en la izquierda provinciana. Ella habla quechua, pudo conectar identitariamente con el electorado más campesino, más rural, más quechuahablante. Pero, en contra de sus intereses, ella quería ganar en el sur a toda costa y uno en campaña debe ser más estratégico. En el centro todavía había espacio para crecer electoralmente. Y también terminó siendo una izquierda, paradójicamente, más globalizada. Con un discurso de valores liberales en temas sociales. Terminó siendo lo que es ella: una dirigente de izquierda peruano-francesa.

-Más del 70% de electores no ha escogido a Castillo o a Fujimori. ¿Quién tiene más facilidad para convencer a ese sector?

La segunda vuelta en el Perú es una campaña antivotos. El que tiene menos anticuerpos termina ganando la elección. Es la elección del mal menor. La novedad es que ya conocemos cómo es el antifujimorismo. Sabemos que es capaz de hacer lo que sea para evitar que Fujimori llegue al poder. Pero ahora tenemos al frente a un elector anticomunista. Esos son los miedos que despierta Pedro Castillo. El anticomunismo es una corriente de opinión pública latinoamericana que está presente desde hace décadas. En anteriores ocasiones, ese antiizquierdismo terminaba siendo apaciguado por los “garantes de la democracia”, como fue el caso de Vargas Llosa con Humala. Lo que ocurre ahora es que la distancia que hay entre esos posibles garantes (de un mundo clasemediero limeño) y el cajamarquino, rondero, campesino es muy grande. Por lo tanto, va a ser muy difícil tanto para Castillo como para Fujimori tratar de conquistar a los moderados.

-Castillo se ha mostrado bastante reacio, ha indicado que no seguirá una hoja de ruta. ¿Cuál será su estrategia para aumentar votos?

En 2006 y 2011, cuando el electorado peruano estaba en el centro, había incentivos para moderarse porque allí estaban los votos. Hoy la distribución de las preferencias del electorado peruano ha cambiado. Podemos tener un candidato que siga con un discurso radical y polarizante y que dicha estrategia sea exitosa. Un dato importante: Castillo coincide con posiciones conservadoras que están en el espectro derecha-izquierda. También hay una agenda conservadora con la cual Castillo podría sintonizar para ganar adeptos.

-Keiko Fujimori tampoco es tan ajena a ese conservadurismo.

Es un tema de intensidades. El conservadurismo de Castillo y de Rafael López Aliga es más recalcitrante que el conservadurismo del fujimorismo.

-¿Los que votaron por Castillo necesariamente estuvieron familiarizados con sus vínculos con el Movadef, con sus propuestas estatistas, la intención de eliminar el Tribunal Constitucional?

Habría que hacer un análisis de opinión pública, pero yo diría que en general la campaña ha tenido una calidad de información baja. Por ejemplo, la información de la utilidad del TC puede ser importante para el 1% del electorado peruano. No creo que el elector promedio de Castillo necesariamente sepa cuáles serán las consecuencias de un TC elegido por repartición congresal o uno elegido por voto popular. Lo de Sendero Luminoso sí es un gran anticuerpo. Creo que se van a comenzar a transparentar las vinculaciones que tiene Castillo o su entorno político con esta agrupación y sí va a ser un factor clave. Si hay algo que peruano odia más t al fujimorismo, es Sendero Luminoso.

DATOS

- Para Meléndez, Keiko Fujimori tiene que preocuparse por recuperar, con miras a la segunda vuelta, “a los simpatizantes que alguna vez votaron por el partido naranja y que ahora pueden volver a ese regazo político”.

- Por otro lado, Pedro Castillo tiene que “expandir su discurso a los sectores de izquierda que no son necesariamente conservadores”.

- Sobre el nuevo Congreso, dice que es imprescindible que se formen coaliciones. " Existen coincidencias programáticas; el problema es que el clima de animadversión ha impedido que se formen coaliciones”, explica.

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